
(Libertad Digital) El rotativo catalán La Vanguardia apunta este sábado que el Gobierno de Zapatero está preparando el relevo al frente de Industria de José Montilla. La periodista Cristina Sen escribe que "si en Catalunya se pueden albergar dudas acerca de quién será el próximo presidenciable socialista a la Generalitat, se siguen haciendo cábalas y algunos insisten en analizar los pros y contras, la Moncloa, en cambio, se prepara para el relevo de su titular de Industria". "El Gobierno considera que Montilla ha comprado ya el billete con destino a las autonómicas, lo da como difícilmente reversible y, de momento, no otorga excesiva importancia a los movimientos de Pasqual Maragall flirteando con su futuro", asegura el periódico catalán.
Pero Zapatero prepara esta sustitución "después del referéndum del 18-J para evitar interferencias tanto con la campaña como con las decisiones que tiene que tomar el PSC, pero como el asunto le afecta directamente, los planes están diseñados". Según las fuentes gubernamentales consultadas por La Vanguardia, "no es necesario dibujar un plan de urgencia para que el PSC lance a las autonómicas a su primer secretario al entender que su figura es lo suficientemente conocida en Catalunya y, asimismo, su condición de ministro le permite la proyección pública necesaria". "Por tanto, aunque la remodelación del Gabinete es competencia exclusiva del presidente del Gobierno, Zapatero no decidirá unilateralmente cuándo procede a realizar el cambio", asegura el rotativo.
La Vanguardia asegura que lo que no aparece perfilado con claridad es si la marcha del ministro catalán podría coincidir con la muy previsible candidatura del ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, a la presidencia de Canarias. "Los tiempos son diferentes ya que las elecciones catalanas serán en otoño y las autonomías de la vía lenta tienen cita en mayo del 2007 y también los procesos de elección en el PSC y en el PSOE tienen protocolos distintos. La palabra la tiene Zapatero", asegura.
"Si las dudas que pueden percibirse en Catalunya en torno a la incógnita Maragall o Montilla que preocupe en exceso la posibilidad de que el president eche un pulso a su partido y decida batirse por la candidatura en contra de la opinión de los suyos. Ante esta hipótesis, lo que el Gobierno parece decir es algo así como "él sabrá". Según el periódico catalán, "Zapatero ha guardado un silencio elocuente durante los últimos meses sobre la candidatura catalana".
"Sí ha sido explícito deslizando su malestar por la actitud política del president y es de sobras conocido que se siente desengañado con Maragall, pero ha preferido no decir nada en público sobre su relevo sabiendo que al PSC le gusta poco. Sin embargo, es significativo recordar que hace ya bastante tiempo que se produjo el primer gran silencio del presidente sobre este dilema. El 1 de octubre del 2005, justo un día después de que el Estatut se aprobase en el Parlament, José Luis Rodríguez Zapatero miró hacia otro lado cuando fue preguntado al respecto durante una larga y sosegada charla con periodistas en León", asegura.
Mientras, Maragall continúa "su propio camino con fintas diarias hacia delante y hacia atrás", según La Vanguardia. Este vierne dijo: "Para ser president es importante dónde has nacido"; una referencia a la polémica que suscitó el ministro Jordi Sevilla cuando señaló en privado las dificultades de "un charnego" para llegar a presidir la Generalidad. Fue una referencia implícita al origen de Montilla, nacido en Córdoba. En cuanto a su futuro, Maragall aseguró: "Ilusiones no me faltan sin que eso signifique que sea un iluso".
Mientras, Maragall continúa "su propio camino con fintas diarias hacia delante y hacia atrás", según La Vanguardia. Este vierne dijo: "Para ser president es importante dónde has nacido"; una referencia a la polémica que suscitó el ministro Jordi Sevilla cuando señaló en privado las dificultades de "un charnego" para llegar a presidir la Generalidad. Fue una referencia implícita al origen de Montilla, nacido en Córdoba. En cuanto a su futuro, Maragall aseguró: "Ilusiones no me faltan sin que eso signifique que sea un iluso".
