Gracias Olga

Si hay algún banquillo insufrible, ese debe ser el de la selección de Brasil. Cuando no es Ronaldo es Edmundo, y cuando no Romario o Denílson... Quién sabe cómo acertar. En Brasil pegas una patada al suelo y salen tres "cracks" y diez figuras y, además, la selección tiene la obligación de ganar siempre y en cualquier circunstancia. Luego está la prensa que es letal, no como aquí que somos unas "madres" que a las primeras de cambio nos tronchamos e inclinamos la cerviz ("perdone que le haya hecho esta pregunta"... "no pretendía ofenderle"... "no me interprete mal")... En el Mundial de Estados Unidos hubo un reportero que casi se le subió a la "chepa" a Carlos Alberto Parreira: "¿No es cierto que 'fulano' es titular porque es colega suyo de francachelas?" Acaba de caer Wanderley Luxemburgo y, tirando de la lista, pensaron en contratar a Luiz Felipe Scolari.

Afortunadamente su mujer, la señora Olga, le convenció para continuar viviendo en Belo Horizonte porque el clima era muy bueno para los niños. El tal Scolari debe ser un elemento de cuidado; dice que sus amigos le llaman el "macho de Brasil" y que las tácticas las hace en la cocina mientras friega los platos. La filosofía de este individuo incluye perlas que, por pura vergüenza, me niego en redondo a transcribir aquí. Añade Scolari que aunque España está bien, al Real Madrid no le gustó su cara. Me imagino al presidente merengue de turno escuchando a Luiz Felipe. Conociendo sus ideas sobre la vida sería aventurado preguntarle además por el fútbol. En cualquiera de los casos, un fútbol con el arte que tiene el brasileño se merece algo mejor. La selección "canarinha" es universal mientras que Scolari no pasa de ser un lugareño. A Scolari le comparan con Clemente. Nada de nada. Al lado del "macho de Brasil", Javi se me antoja incluso un pelín bondadoso, un "mingafría" que diría él mismo.

Gracias a su mujer. Gracias a sus niños. Gracias a ese paraíso terrenal que debe ser Belo Horizonte. Que Luiz Felipe continúe diseñando tácticas entre plato y plato, y que deje en paz a su/nuestra selección de Brasil. Gracias Olga.

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