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Germán Yanke

Cada uno por su lado

La marcha de la viuda de Máximo Casado, que ha anunciado que dejará de vivir en el País Vasco, refleja mejor la situación que los falsos debates sobre el Estatuto de Autonomía, que ahora conmemora su aniversario.

El debate es falso porque el PNV que, con descaro, se planta ante la opinión pública y ante los partidos de la oposición, como su valedor, quiere superarlo, desmontarlo, sustituirlo por otro "marco". Si el Estatuto fue el punto de encuentro de la gran mayoría de los ciudadanos, el PNV quiere ahora -no se lo endoso, lo leo en sus documentos y lo escucho en sus proclamas- buscar otro punto de encuentro, el de los nacionalistas para buscar una nueva y fundacional manifestación de la voluntad de los vascos.

Todo ello queda empequeñecido ante una mujer que, después de haber sufrido el asesinato de su marido, decide marcharse. Es decir, todo queda empequeñecido ante la gran asignatura pendiente en el País Vasco: la de las libertades y los derechos humanos.

Lo que esperan los ciudadanos no es tanto la imposible clarificación ideológica del PNV, sino que las instituciones vascas les protejan del terror, la amenaza y la agresión constante de esos que, precisamente, buscan (y encuentran a pesar de todo) una "acumulación de fuerzas" con el partido de Arzalluz. Lo grave no es que conmemoren el Estatuto cada uno por su lado, sino que el lado de muchos, cada día más, tenga que estar en el destierro.