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Germán Yanke

La imbecilidad como doctrina

El hecho de que algunas estrafalarias propuestas sobre el País Vasco no hayan pasado el filtro de la Mesa de la Asamblea podría interpretarse como una cierta sensatez, pero me temo que no es más que vergüenza ante el absurdo doctrinal de un sector de la coalición, tanto en el País Vasco como fuera de él.

La diarrea mental que planea sobre IU acerca de lo que es el nacionalismo -e incluso de lo que es una nación- ya se vio en las comisiones. El sábado criticaron el modo en que se administró el Pacto de Estella: el domingo colocaron a Elkarri junto a Gesto por la Paz entre los que "mejor" representan el esfuerzo pacifista. La critica a la gestión de Estella y no a sus fundamentos ideológicos, a los que se sumó IU en su momento, es significativa. Si no quieren demasiado seguidismo de los colaboradores de ETA que dirigen EH (aunque mantienen algún pacto municipal con ellos), siguen pensando que hay un conflicto político previo y que debe ser resuelto con la negociación, con la cesión al chantaje de los violentos hasta que se tranquilicen. Eso es el Pacto de Estella y no otra cosa. Al mismo tiempo, eliminan de su consideración la resistencia civil de las asociaciones de víctimas del terrorismo, del Foro Ermua, de la Plataforma Basta Ya, etc. y ponen sus delicados ojos en Elkarri, que es el origen de la doctrina de Estella y la asociación que ha defendido que lo necesario para la paz es un método de negociación y no, por tanto, la prevalencia de unos principios éticos.

Llamazares volvió a arremeter contra el Gobierno en esta materia con esa absurda crítica de que hace electoralismo con la política antiterrorista. Como sería absurdo que cualquier Gobierno desoyera a sus electores, lo que se quiere decir con esta tontería es que IU no desea que el nacionalismo sea sustituido en el Gobierno vasco. Es más, quiere gobernar con él, y de ahí el apoyo de Madrazo y sus huestes a cambio de que se redujera el porcentaje de votos necesario para obtener representación parlamentaria. Sin esa reducción, IU desaparecería de la cámara vasca como fruto de su política reciente.

Pero, a pesar de todo, es dificil incluir más idioteces en unas pocas líneas de la doctrina de Izquiera Unida: a) el derecho a que dos comunidades autónomas decidan su relación con el Estado o su independencia, que vulnera el principio elemental de que las relaciones entre dos no las decide uno sólo y la igualdad de todas las comunidades autónomas. b) la imbécil comparación de responsabilidades entre ETA y el PP en la situación vasca, que es de una bajeza sólo comparable a la indigencia intelectual de la que hace gala IU; c) la referencia a un enfrentamiento entre el nacionalismo vasco y el "nacionalismo español", cuando la evidencia es que el enfrentamiento está entre el totalitarismo violento y sus secuaces y la defensa de los derechos y libertades individuales; d) el reconocimiento de un derecho de autodeterminación del que no se establece ni el sujeto ni su real contenido; e) la defensa de un diálogo "sin exclusiones ni condiciones previas", es decir, al margen de la democracia y el Estado de Derecho.

Debería dar vergüenza tal cúmulo de sandeces. Debería escandalizar hasta qué punto de alteración psíquica y moral ha llegado esta coalición que quiere ser la verdadera izquierda española. Madrazo fue el candidato de IU en el País Vasco por un voto, el suyo. Llamazares coordinará IU por un voto, el suyo. Quizá haya todavía en esa coalición, aunque ya lo dudo, alguien que sienta esa vergüenza y se escandalice de tanta ignominia.

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