Pese al dominio del marxismo-sofismo en las mentes y en los medios, a veces se escapa en la terminología oficial, algo que nos recuerda el verticalismo falangista. Por ejemplo, si ya no se emplea el término campesino, sustituido por el de agricultor, siempre se nos habla de los “agricultores” como si formaran un bloque único y unido, como si no hubieran campesinos muy ricos, estrechamente ligados a la industria agroalimentaria exportadora, campesinos medios y campesinos pobres. Lo mismo ocurre con los funcionarios.
Los funcionarios protestan, los funcionarios exigen, los funcionarios en huelga, etc. Los funcionarios se dividen en categorías sociales muy dispares, desde los altos funcionarios en los ministerios, la administración estatal, los prefectos, hasta el cartero de tu calle, o el policía de tráfico, pasando por los funcionarios de la Educación nacional, los más temibles y progres. Entre todos ellos, las diferencias son notables, empezando por los sueldos, claro, pero no únicamente. Pues los funcionarios estaban una vez más en la calle, y en huelga, éste jueves 25. Pese a lo que he leído en la prensa española, esta “jornada de lucha” fue un fracaso. 200.000 manifestantes en toda Francia, no es nada. Los transportes y otros sectores, sufrieron una huelga muy relativa, comparándola con otras “jornadas” de misma índole.
Pero lo curioso del caso es que los funcionarios pararon y se manifestaron por un objetivo que no les atañe. En efecto, se trataba de defender el sistema actual de pensiones contra los proyectos de reforma de la patronal MEDEF. Dicha patronal no puede inmiscuirse --ni lo pretende-- en la jubilación de los funcionarios, del sector público, como se dice, ya que se trata de uno de los cotos cerrados del Estado. Las propuestas del MEDEF conciernen únicamente al sector privado y además son de sentido común.
Vale la pena señalar que, desde hace unos dos años, el único organismo oficial con serios proyectos de reformas es esta patronal. No siempre fue así y, desde luego, tampoco estoy diciendo que siempre tenga razón. Todo el mundo está de acuerdo en que dentro de diez años, y cada vez más, la población activa va a disminuir y los pensionistas van a aumentar en proporciones tales que, si no se reforma el sistema actual, las pensiones disminuirán considerablemente, o aumentarán drásticamente los impuestos. Todo el mundo está de acuerdo en que esto provocaría una catástrofe, pero nadie propone nada, salvo el MEDEF.
Los manifestantes declaraban: “Estamos defendiendo las pensiones de nuestros hijos”. Pues no, os las estáis comiendo. La patronal propone, pues, que, sin tocar a la base del sistema actual, se modulen las pensiones complementarias, de forma que los que voluntariamente decidan trabajar hasta los 65 años, o más, cobren una pensión superior a los que se jubilen a los 60 (la ley actual), o incluso antes, si quieren. No es ninguna locura.
Si los funcionarios se han echado a la calle, no es por solidaridad con los trabajadores del sector privado, sería la primera vez, sino por dos motivos perfectamente corporativistas. Primero, porque las negociaciones sobre un aumento de los sueldos con el Gobierno, están estancadas, sin acuerdo, y han querido realizar una demostración de fuerza, cosa no lograda del todo. Y, segundo, porque temen que si se toca al sistema actual de pensiones en el sector privado, de refilón se toque el suyo, que es mucho más ventajoso: pensiones más confortables con menos años de cotización. Hay funcionarios que sólo han de cotizar 30 años para tener derecho a pensión, mientras que los del privado necesitan 40 como mínimo. Claro, ya se trate de sueldos o de pensiones, las diferencias son notables entre las diferentes clases de funcionarios. Cuando los de abajo están en la calle, los de arriba compran acciones de Microsoft, por si las moscas.

Entre ciegos anda el juego
En Internacional
0
comentarios
Servicios
- Radarbot
- Curso
- Inversión
- Securitas
- Buena Vida
- Reloj Durcal