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Enrique de Diego

Consumidores de subvenciones

Uno de los efectos de la mentalidad estatista es volver en exclusiva la mirada hacia el Estado y los poderes públicos en busca de responsabilidades y soluciones. Damos en demasía por supuesto que la sociedad civil o no existe o no funciona. Por ejemplo, que una asociación para la ayuda de disminuidos psíquicos sirva para el enriquecimiento personal o que las asociaciones de consumidores sólo sirvan para consumir subvenciones.

Si ha habido y hay una cuestión que sensibilice a la población es esta confusa, y a ratos histérica, epidemia de las “vacas locas”. Todas las asociaciones de consumidores, excepto la OCU a tenor de sus paginas web, o desconocen su existencia o no le conceden importancia como para preocuparse por ella. Los ciudadanos agradeceríamos informaciones independientes y solventes, y un ejercicio de control de las medidas estatales. No se si Miguel Arias Cañete y Celia Villalobos debieran dimitir, como pide Rodríguez Zapatero, pero desde luego las direcciones de esas asociaciones de consumidores, que ni están ni se les espera, están de más.