Harto de dominar el juego como nadie, hastiado y sobrado, Diego Maradona optó un buen día por marcar un gol con la mano. Con aquel sentido del espectáculo que siempre tuvo el argentino, y con el ego insufrible del que se siente número uno indiscutido, el "pelusa" decidió pasar a la acción en un Campeonato del Mundo ante la atónita mirada de millones de aficionados. Aquello ocurrió hace ya tres lustros y se conoce desde entonces como la "mano de Dios". No hubo sanción porque no existían precedentes al respecto, pero la jugada potenció el mito de un futbolista inigualable, pillo hasta sus últimas consecuencias... ¿Atentó Maradona contra el "fair play"? No existe una respuesta clara para esa pregunta; para contestarla deberíamos entrar en la cabeza de Diego, sentarle en el diván o hipnotizarle: ¿en qué estaba pensando Maradona, en ayudar a su equipo o en atentar contra el juego limpio? Yo creo que instintivamente quiso marcar al precio que fuera, incluso ayudándose con una mano.
La UEFA ha tardado en reaccionar la friolera de quince años. La Comisión de Control y Disciplina (unos incontrolados) decidió el viernes sancionar a Raúl por el gol marcado al Leeds con su mano. El terreno en el que se adentra el máximo organismo del fútbol europeo es pantanoso porque juzga una intención, la del futbolista del Real Madrid, y después sentencia: Raúl atentó contra el "fair play"... ¿Cómo saben los "uefos" que era eso lo que pretendía el madridista? ¿Y por qué ahora, a mitad de una temporada? ¿Va a mantenerse el mismo nivel de exigencia siempre? Son preguntas que la UEFA tampoco sabe responder.
Puesto en la tesitura de engañar al árbitro o ayudar a su equipo, un jugador optará siempre por lo primero. En Nyon se acaban de dar cuenta de eso, cuando es tan antiguo como el propio fútbol. Por otro lado ¿se trata realmente de castigar el juego sucio, el fútbol subterráneo? En absoluto: la UEFA le impide estar a Raúl contra el Anderlecht, en un partido intrascendente. Es más: el descanso le vendrá muy bien al jugador.
Tengo la impresión de que tanto UEFA como su "central" FIFA se han convertido en meras máquinas tragaperras; su afán es puramente recaudatorio y acaban de encontrar otro granero con el truco del juego limpio. Y aunque el Real Madrid no se va a mostrar, según Jorge Valdano, "vigilante", la verdad es que nadie comprendería que el castigo a Raúl hubiera sido sólo ejemplarizante. ¿Van a castigar todas las manos, piscinazos y engaños varios que se produzcan a partir de este momento? Suena a chufla. Pero al "bon vivant" de UEFA le suena a música celestial.
La "máquina tragaperras"
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