No hace falta conocer en persona a Emilio Botín para saber de su alergia hacia la banca industrial. El copresidente del BSCH considera que la naturaleza de su negocio es la intermediación financiera y que, por tanto, es a lo que debe dedicarse, como el zapatero a sus zapatos. En consecuencia, su política ha sido siempre la de huir de la presencia en la industria como el gato del agua, y ejemplos no faltan. Así, el Banco Santander nunca tuvo una corporación industrial como las del Central Hispano y la de Banesto. De esta última, además, se deshizo en cuanto tuvo oportunidad de salir de ella a buen precio, después de que el Grupo Santander se quedara con el banco que presidió Mario Conde para sanearlo y reflotarlo. Y a estas alturas de la vida, el cántabro no va a cambiar de forma de pensar sobre todo porque con su idiosincrasia de los negocios le ha ido pero que muy bien.
Todo esto viene a cuento de Cepsa, la petrolera que en su día fue propiedad del Banco Central Hispano y ahora, como es lógico, parte de su capital está en manos del BSCH. En las últimas semanas, los rumores sobre una posible operación de calado internacional se han desatado. Concretamente, los comentarios apuntan al interés de TotalFina, la petrolera francesa que posee la mayor participación accionarial en el capital de la compañía española, estaría interesada en incrementar su presencia en él. Como consecuencia de ello, la cotización en Bolsa de la empresa que preside Carlos Pérez de Bricio se ha disparado hasta sus máximos históricos. De hecho, en lo que va de año, ha ganado más de un 36% y se encuentra entre las tres sociedades cotizadas que registran las mayores subidas en 2001. Sin embargo, la realidad de Cepsa no justifica el precio que se paga actualmente en el mercado por sus acciones, especialmente cuando se atiende a sus beneficios y a su liquidez, esta última más bien escasa.
Los operadores, sin embargo, hacen bueno ese dicho de que en Bolsa hay que comprar con el rumor y vender con la noticia, y eso es lo que impulsa la cotización de Cepsa al alza, probablemente porque los rumores van bien encaminados, pese a que nadie hasta ahora los ha confirmado oficialmente; probablemente también porque saben de la tendencia sistemática de Botín a huir de las participaciones industriales.
Todo pinta, además, a que en pocas semanas se sabrá finalmente cuál será el futuro de Cepsa. Eso sí, que nadie se llame a engaño. De momento, la razón de la fuerte subida de la petrolera es, esencialmente, el rumor. Y aunque todo apunta a que tiene detrás de sí una buena dosis de verdad, no deja de ser, al fin y al cabo, un rumor, lo que siempre exige comportarse con cierta prudencia.

Los rumores sobre Cepsa

En Portada
Servicios
- Radarbot
- Curso
- Inversión
- Securitas
- Buena Vida
- Reloj Durcal