Pese al título del bonito libro de Bioy Casares, yo prefiero dormir a la sombra, y me resisto como puedo a la condena de 30 días de playa obligatoria, intentando reducirla al máximo, por buena conducta. Pero eso no impide, claro, que vacaciones y veraneos, se hayan convertido en un fenómeno de masas, entre religioso y comercial, y que, además de los gigantescos atascos en las carreteras, además del aumento vertiginoso de todo tipo de accidentes, el estío nos ofrece, cada año en aumento, como para sí quisieran las Bolsas, sus peculiares huelgas estivales. Sin llegar del todo al caos balear, los ferrocarriles franceses, gloria y mentira del capitalismo de estado galo, no han fallado a su cita con la huelga y los retrasos, y los aeropuertos están que trinan. Las vacaciones que fueron, se ha dicho, momentos de ocio, se ha convertido en pesadilla obligada.
El presidente Chirac y el presidente Putin, después de haber hablado de comercio, han mostrado, casi diría con satisfacción, un punto de discrepancia: el envío del dictador Milosevic ante el Tribunal Internacional de La Haya. Chirac considera que es un triunfo de los derechos humanos, Putin que es una barbaridad. Habló líricamente de elefantes en almacenes de porcelana y de civilización. Y no soy un hincha de ese tribunal internacional, pero me parece de aquelarre hablar de civilización en el caso de Milosevic, su depuración étnica y las masacres organizadas, bajo su sabia dirección, no por los serbios, sino por los comunistas serbios, disfrazados de socialistas, como en tantos otros países.
No se puede confundir el nazismo con Alemania (como casi siempre se hace aquí), ni el totalitarismo con Rusia, ni siquiera a Franco con España. No podía faltar, sin embargo, en los medios de información franceses, que tan amigos se consideran de Serbia, los que hipócritamente protestan, como Putin, por la entrega de Milosevic a ese tribunal. La crítica es siempre la misma: ¿por qué él y no...? Y sigue una lista de dictadores, de la que curiosamente siempre está ausente Fidel Castro. Ese tirano podrá cometer todos los crímenes contra la humanidad que quiera, siempre será inocente, como la paloma de la habanera, en este mundo ampliamente dominado por el papanatismo.
En cambio, se cita a menudo a Ariel Sharon, primer ministro electo de Israel, y eso con motivo de la masacre en los campos palestinos de Sabra y Chatila en el Líbano, de la que Sharon es totalmente inocente. Aquella masacre fue cometida por los milicianos cristianos de la Falange libanesa. Eso, todo el mundo lo sabe, pero como decía Goebbels: “repite una mentira suficientemente y se convertirá en verdad”. El general Sharon fue enviado al Líbano, con sus tropas, por el primer ministro laborista Isaac Rabin, y fue uno de los garrafales errores que Israel cometió en ese país. Fue juzgado Sharon en Israel, no por esa masacre, de la que no era culpable, sino para saber si hubiera podido impedirla, y el tribunal le absolvió. Es posible que se tratara de un proceso más o menos amañado, pero resulta que ni Sharon, ni el ejercito israelí, tuvieron nada que ver en aquella masacre. Los asesinos, cómplices de Siria, siguen tan tranquilos.
Este jueves, Sharon estará en París de visita oficial, y ya han comenzado las manifestaciones y se agita de nuevo su falsa culpabilidad. El antisemitismo, disfrazado de progresista antisionismo, constituye un potente y peligroso lobby en Francia. Y en Europa. En este sentido ha ocurrido algo curioso, escuché por televisión que un juez belga, émulo de Garzón, había aceptado imputar a Sharon por esos “crímenes contra la humanidad”. Después, nada, no se volvió a hablar de ello.
De todas formas, hay que tener cuidado con este gobierno belga, que va a presidir la UE durante seis meses. No olvidemos que su ministro de Relaciones exteriores quiso encarcelar a Berlusconi, por “fascista” si ganaba las elecciones. Ese conglomerado socialburócrata y rojiverde, es de armas tomar. Si es exigencia democrática respetar a los pequeños países en el seno de la Unión europea, no veo porqué hay que respetar la imbecilidad “progre”, sea esta belga, francesa o española.
El culebrón sobre el “crimen de estado” que constituye el uso de efectivo en la compra de billetes de avión por parte de la familia Chirac, prosigue. Será el culebrón del verano, peor que el “Gran Hermano” o “Loft Story”. No contaré cómo termina, porque no va a terminar hasta las presidenciales.

Dormir al sol
En Internacional
0
comentarios
Servicios
- Radarbot
- Curso
- Inversión
- Securitas
- Buena Vida
- Reloj Durcal