Un contenido web estático (un sitio en el que usted puede obtener información, pero no interactuar con él) significa que los recursos de la Red se están desperdiciando. Sólo los contenidos dinámicos, generados en una parte significativa por los mismos usuarios, tienen la oportunidad de aprovechar la potencialidad de Internet.
Veámoslo con el ejemplo de páginas de genealogía. Hoy en día constituye un lugar común el asegurar que Internet es una herramienta que “aleja a las personas que están cerca y acerca a las personas que están lejos”. Resultan especialmente significativas utilidades de Internet como la localización de antiguos compañeros de colegio o incluso de familiares distanciados durante años como consecuencia de la emigración.
Con respecto a la información sobre apellidos, hay una prestación de la Red especialmente significativa, y ésta es la búsqueda de información sobre orígenes familiares. Vaya por delante que estos sitios web todavía se encuentran en mantillas cuando están en idioma español, tanto en cuanto al número de ellos disponibles como en los recursos técnicos aplicados, pero resulta razonable pensar que irán en aumento y que la calidad de las aplicaciones aportará poco a poco una cantidad significativa de valor añadido.
Por ejemplo, Euskaletxea es una base de datos en la que figuran los orígenes de más de 6500 apellidos vascos (para su elaboración se han utilizado los estudios de Mitxelena): La información ha sido cedida por la Viceconsejería de Política Lingüística del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco y está disponible de forma gratuita tanto en vascuence como en español. Genealogía contiene pocos apellidos, pero muy bien documentados, la información está bien estructurada y su tono es notoriamente profesional (es decir, nada que ver con los "escudos de armas" de cartulina con los que de vez en cuando te obsequian en los centros comerciales).
Sin embargo, lo cierto es que en los dos ejemplos anteriores apenas hay elementos diferenciales con el suministro de información impresa. Salvo por los hiperenlaces, usted podría disponer del mismo nivel de acceso a la información en un libro, en una revista o en unos folios grapados. Incluso, y dependiendo, de circunstancias tales como la velocidad de conexión o la cantidad de información, incluso los folios funcionarían mejor.
La comparación resulta inevitable. Por ejemplo, en Family Search encontrará una aplicación para crear su árbol genealógico. El programa cubrirá las lagunas de información con las que probablemente se encontrará a partir de sus abuelos (no todo el mundo recuerda o conoce siquiera los nombres completos, con dos apellidos de los bisabuelos, salvo si posee documentación específica, como una escritura, o bien una buena memoria).
Family Search le permitirá, con las restricciones señaladas, localizar los nombres de pila de antepasados (no únicamente “personajes ilustres” con los que coincida su apellido. Y además, con un poco de imaginación y algo de documentación extra, podrá reconstruir las historias familiares, en muchos casos, de su pasado genético más reciente
Pero Family Search tiene algo todavía más potente: permite que las personas que buscan una información familiar concreta, puedan ponerse en contacto entre sí y compartir los resultados de la búsquedas que cada investigador familiar ha ido recopilando.
Les llamo la atención en particular respecto a este último extremo: se da la circunstancia de que en el caso del anterior ejemplo, son los propios usuarios los que enriquecen el sitio web (es lo que podríamos llamar un autodesarrollo del ente web, o sea, que genera información con independencia de las previsiones iniciales de sus creadores) mientras que una página que sólo suministra información estática, como es por ejemplo la información fría y escueta acerca de un apellido (no se espera respuesta por parte del usuario), se convierte en una página limitada en sí misma o que sólo podría crecer mediante la incorporación continuada de nuevos elementos informativos, lo cual es una parte de los cometidos de Internet en su calidad de herramienta de comunicación, pero dista mucho de lo que debe ser su aprovechamiento exhaustivo.
La distinción entre ambos conceptos no es solamente de índole filosófica, sino técnica. La inmensa mayoría de páginas web tienen un propósito, desde luego, pero no han sido creadas con toda la reflexión intelectual que sería de desear. Y además, cuando tal reflexión tiene lugar, no necesariamente ha llegado acompañada por el conveniente conocimiento de los recursos técnicos disponibles, que serían los que ciertamente generarían el complemento de valor añadido capaz de convertir lo útil en extraordinariamente útil.
Estática y dinámica
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