En 1991, un universitario finlandés llamado Linus Torvalds, creó Linux, un sistema operativo capaz de correr en los PC. El proyecto Linux se convirtió rápidamente en un universo de programadores, en el cual cada participante iba haciendo aportaciones al desarrollo del sistema. Hay una buena página informativa en español sobre Linux en Proyecto Lucas. De forma intencionada, Linux no constituyó un proyecto comercial, sino que evolucionó en un entorno de comunidad y Cooperación en Red, muy propio de la filosofía de Internet.
Para muchos programadores, Linux es el mejor sistema operativo que existe y presenta menos fallos que el que utilizamos habitualmente. Probablemente, se trate de la mayor aportación hacia y desde la libertad en Internet, por lo menos desde el punto de vista técnico.
En 1994, en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales tuvo lugar una experiencia singular: se consiguió un gigaflop (un gigaflop equivale a la realización de mil millones de operaciones por segundo).
Lo asombroso de este asunto es que, en esa fecha, un ordenador capaz de alcanzar ese reto costaba alrededor de 400.000 dólares, pero los ingenieros Forrest Hoffman y William Hargrove lo consiguieron con una inversión de tan sólo 40.000 dólares mediante la interconexión de ordenadores personales, como los que usted y yo utilizamos en estos momentos. El experimento consistió en crear un macro-ordenador mediante la agrupación de ciento treinta PC (uno de los PC actúa como “coordinador” de las funciones que desarrollan sus compañeros).
A este sistema, que corre sobre Linux, se le ha bautizado como el “superordenador de piedra”, ya que en efecto, se trata de un ingenioso sistema, que recuerda a la disposición de pilas que utilizamos para hacer funcionar una linterna. La agrupación responde al nombre técnico de Beowulf (en este enlace disponen de información en español).
Un dato interesante consiste en que para la conexión de los ordenadores se pueden utilizar distintos sistemas, pero los ingenieros utilizaron la solución Ethernet, sencillamente, porque era gratuita (si quieren abundar en el tema, la web en español de escobol provee de abundante información técnica sobre redes en general y Ethernet en particular).
El que la NASA haya apoyado el desarrollo de un ordenador de bricolaje con prestaciones de ciencia-ficción, nos da una idea de por dónde van a venir los tiros del futuro. Desde este espacio hemos destacado con frecuencia aspectos tales como la cooperación en línea, el conocimiento compartido y, en general, el desarrollo del concepto de Comunidad en Internet. Hasta el momento, sólo los centros académicos y científicos utilizan con profusión las ventajas de Internet en este sentido. Se parte del sencillo presupuesto que consiste en comprender que una agrupación de personas que trabajan en el mismo cometido producen un trabajo creativo de alto nivel siempre y cuando la información ciertamente se compartida y sin reservas. Esto excluye a las iniciativas comerciales, por supuesto, aunque tal vez, salvo la excepción de los grupos de noticias sobre Bolsa.
La pregunta que queda en el aire es: ¿Internet llegará realmente permitir una comunicación global entre las personas y en todos los órdenes de actividad?
Me temo que no. Y además, no es necesario que sea así. La inmensa mayoría de las personas preferirá ver partidos de fútbol en televisión o, en el mejor de los casos, leer novelas cuyo argumento se pueda seguir sin grandes dificultades. Están en su derecho. Sin embargo, deberíamos mostrarnos un poco más ambiciosos con relación a nuestro propio conocimiento. Y un poco menos soberbios en cuanto al conocimiento que los demás nos puedan aportar.
Es posible que dentro de no mucho tiempo llegue a constituir un hábito el que, después de ver una película o leer un libro, una persona comparta sus opiniones e ideas con muchas otras, a las que posiblemente nunca llegue a conocer personalmente. Y que no tenga que pagar por hacerlo.
De momento, el bricolaje científico queda reservado para los científicos.
Pero todo se andará.
Potentes ordenadores rústicos
En Tecnociencia
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