Colabora
Juan Manuel Rodríguez

"Perezinas"

En algún momento tendrá que desencajársele a Florentino Pérez, alias "ACS Man", esa "sonrisa ¿qué desea el señor?" de empleado de camisería a medida londinense. Tras la derrota en la final copera, F.P. hizo honor al estribillo del himno tradicional –"caballeros dan la mano"– y fue el primero en felicitar al Deportivo de La Coruña. Y sin embargo, algo ha cambiado. Florentino decidió de improviso anoche "puentear" (no ha sido la primera vez, y tampoco será la última) a su director deportivo, y reunió a todos los futbolistas en el estadio Santiago Bernabéu dando así por inauguradas las "perezinas".

Ningún comentario a la entrada de la reunión, y las acostumbradas filtraciones (porque éste también filtra, no se vayan a creer) a la salida. El presidente del Real Madrid vino a decirles a sus jugadores algo así como "¿creéis acaso que si me pincháis no sangro?"... Aunque yo ya lo había constatado, y al contrario de lo que pudieran apuntar algunos rumores, Florentino Pérez era humano. La heredad de Bernabéu no había sido ocupada por un marciano.

El Presidente Aznar dijo el otro día que de pequeño soñaba con ser algún día Alfredo di Stéfano y, en un debate organizado el lunes en Telemadrid, Florentino admitió que él se limitaba a copiar a Santiago Bernabéu. El presidente de fútbol más famoso de la historia recurrió a las "santiaguinas" en el transcurso de una final de la Copa de Europa. El resultado no era nada bueno al llegar al descanso, por lo que tuvo que descender al vestuario para arengar a sus jugadores: "¿No os da vergüenza?... ¿Sabéis cuantos emigrantes tendrán que agachar mañana la cabeza por vuestra culpa?". Mano de santo, porque el Real Madrid se merendó a su rival. Hace poco, el populista Lorenzo Sanz se refería a las "santiaguinas" en los siguientes términos: "Si yo hiciera lo mismo que Bernabéu, los futbolistas me denunciarían a la AFE, o presentarían contra mí una demanda ante la comisión de derechos humanos".

Las "perezinas" tienen toda la pinta de ser mucho más tecnológicas. Seguro que FP habrá sentado a la plantilla alrededor de una de esas enormes mesas de juntas de accionistas, colocando a cada jugador delante de un ordenador personal para ofrecer una vídeo-conferencia. "¿Creéis acaso que si me pincháis no sangro?"... Claro que sangra, aunque la suya sea una herida económica a través de la cual puede escurrirse el proyecto del nuevo Real Madrid. Sangra y suda, por lo que pude percibir el miércoles a través de las imágenes de televisión. Suda porque, por primera vez a lo largo de su presidencia, se ha hecho esta pregunta: "¿Y si resulta que no ganamos ningún título?".

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