Los críticos del sistema de libre mercado proclaman que la dicotomía entre ganadores y perdedores, ese típico paradigma del contexto social capitalista, resulta aborrecible en sí misma y debe ser condenada por la ciudadanía. Como resulta que estas personas desean que su teoría sea aceptada por el público (es decir, que tenga éxito) apuestan por sí mismos en calidad de ganadores, con lo que la contradicción está servida. Y es que todos queremos triunfar, caramba.
Si uno desea tener éxito, nada mejor que acudir a Internet en busca de ayuda. Como ustedes ya se habrán imaginado, sólo buscan ayuda para el éxito aquellos que no lo tienen, circunstancia que siembra las primeras dudas acerca de la posibilidad de obtenerlo. Pero veamos qué nos ofrece la Red: por ejemplo, tenemos los consejos de la psicóloga Vilma Silvera, de la Universidad Tecnológica de Panamá para obtener el éxito en una entrevista de trabajo (que es lo antes se llamaba simplemente conseguir un empleo). La autora nos recomienda en primer lugar que "lleguemos a tiempo a la cita" y que "vayamos aseados". Se trata sin duda de sabios consejos que por lo que se ve, nadie tiene en cuenta, pues en otro caso no nos proveería de ellos; debe ser que la gente llega tarde a ese tipo de entrevistas y va manga por hombro y maloliente. Pero la recomendación que más me gusta es "domine sus nervios". Nunca he entendido qué demonios significa eso. ¿Han tenido ocasión de ver una discusión de tráfico, especialmente en el momento en que uno dice a otro: "¡cálmese!"? Eso es suficiente para que el interpelado se convierta en un basilisco presa de una furia más allá de todo control. Yo creo que es un consejo malo y que no debe darse jamás.
Acto seguido me voy al resumen del libro Treinta reglas para seducir, cuya meta exitosa es la que ustedes ya se han figurado, y donde se recomienda a las mujeres que utilicen "mañas y artimañas [...] para tenerlos en tus manos" (sic) añadiendo a continuación: "a pesar de que otras mujeres te digan algunas cosas poco agradables". Yo creía que eran los hombres quienes decían cosas poco agradables al descubrirse víctimas de las mañas y artimañas. En vista de que el sitio, ya desaparecido, no daba muestras de aportarme caminos seguros hacia el éxito, me siento atraído hacia una web cuyo título reza El dominio de la vida para darme de lleno con el sitio oficial de la secta de los rosacruces. ¡Esos sí que saben lo que se hacen! Ya en las primeras líneas te dicen que ya te tienen radiografiado: "el hecho de que usted esté leyendo estas líneas nos indica que muy dentro de su ser ha sentido el apremio de mejorar las condiciones presentes de su vida", pero un párrafo más abajo te vaticinan que para alcanzar el éxito tendrás que pasar por "pruebas y tribulaciones". ¿Pruebas y tribulaciones? Uno busca el éxito y lo que le proponen son desgracias. Ni hablar.
Así que finalmente me dejo llevar por el ratón hacia sitios cuyo común denominador podría ser contrate nuestros servicios de Internet y fórrese. Encuentro una buena cantidad de recomendaciones para el éxito, tales como "Diríjase a segmentos de uno y estructure su diseño para colocarse en una posición centrada en el cliente", o "reinvente la investigación y la creación de modelos de mercadotecnia con un motor de creación y diseminación de conocimientos". Pero la que más me pasma, por lo incomprensible, es ésta: "utilice experimentación adaptable y rediseñe su proceso de estrategia de negocios y arquitectura organizacional de soporte".
Y es justo en ese momento cuando comprendo que el éxito en Internet es una cosa extraña y virtual. Absolutamente virtual. Y si no que se lo pregunten a todos los que se han ahogado en ese mar de verborrea.
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