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Enrique de Diego

El lenguaje de las mafias

Esa idea de la “respuesta”, por parte de Batasuna, es la falacia de los asesinos. Batasuna no amenaza, mata. Cuando se llevan más de ochocientos víctimas por atentados terroristas, la realidad es que todas las amenazas han sido cumplidas. El miedo ha dejado de ser un elemento de autodefensa, para pasar a ser un sentimiento abyecto, que multiplica las víctimas. Batasuna ha respondido siempre con el asesinato.

La cuestión es que, al margen de la ilegalización, los tribunales deben actuar frente a este incremento del chantaje, que, por de pronto, muestra la eficacia de una medida que debía haberse tomado mucho antes. No sólo es que la democracia tenga derecho a defenderse. Es que tiene el deber de reconocer lo obvio. Y lo obvio es que Batasuna es lo mismo que Eta, la misma Eta, que actúa como comando de información, en el más puro estilo de los peores chivatos, como cantera, y, en ocasiones, como dirección, marcando los objetivos. Y, por supuesto, practicando la kale borroka. Por si había alguna duda, cada día que pasa, hace méritos crecientes para la ilegalización.