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Antonio López Campillo

Valores o "geopolítica"

Hace ya muchos años, una parte de la izquierda defendía un régimen totalitario, pero que se autoproclamaba de izquierdas. Los comunistas, de ellos se trata, defendían la URSS por ser un estado dirigido por un partido hermano de aquel en el que militaban. Todas las críticas a la URSS las consideraban como calumnias de la derecha. Vivían con una confianza ciega en sus dirigentes. La fe puede mover montañas, pero también ser un paralizante del espíritu crítico.

La estructura social y económica de la URSS colapsó, y sus defensores se quedaron sin referencia ideológica firme. Sólo les quedaban los enemigos de la URSS, que seguían vivos. Y se produjo un cambio en el esquema mental de esos izquierdistas. Desaparecida, por fallecimiento natural, su referencia clasificadora de lo que acaecía en el mundo, los enemigos de la URSS se convierten en los referenciales ideológicos, por oposición.

Si antes la URSS era la piedra de toque para saber donde estaba el bien o el mal, ahora son los Estados Unidos esa referencia. El resultado es que hay estados totalitarios, dictatoriales, pero que se oponen a los EEUU y por eso se transforman en modelos de democracia y de sociedad. Irak, Libia, Corea del Norte, Cuba son, para muchos izquierdistas, modelos de sociedad. Últimamente, un periodista ha dicho que la Venezuela de Chávez, era el modelo de la sociedad socialista futura…

No cabe duda de que juzgan con aquella regla de "los amigos de mis amigos son mis amigos, y los enemigos de mis amigos mis enemigos", regla que ahorra el pensar por cuenta propia. Así, en vez de juzgar a partir de valores éticos propios, lo hacen según la posición geopolítica de una nación. Su regla moral, no sólo de ética política, es la relación, la posición de un estado frente a los norteamericanos, sin pararse a pensar cuáles son las razones del enfrentamiento entre ese estado y los USA. Ni cuáles son las condiciones sociales que hay en ese país.

Esta personificación del mal, esta reificación, como se decía antes, permite eliminar los razonamientos con conceptos abstractos, que pueden dar dolor de cabeza. Además, permite reaccionar rápidamente, sin retraso debido a la reflexión, pues basta emitir el sonido del nombre para que la imagen de la cosa mala aparezca y reaccionar. Es un reflejo condicionado, pavloviano. Es un sistema de formación política un poco especial, pero que da resultados.

No necesitan pararse a pensar cuáles son las condiciones políticas del país, ni si las criticas son verdad o no; basta con que sea contrario a los Estados Unidos para saber que todo lo que sucede dentro de ese estado es bueno. Así, a muchos les pareció un acto bueno los atentados del 11 de septiembre, ya que se efectuaron contra los EEUU. De este modo, se sienten próximos, moralmente, a los terroristas islámicos.

La sustitución de los valores morales por la "geopolítica" tiene, sin duda, consecuencias en el sistema de pensar de los que tal cosa hacen. Y para los demás puede no ser una broma. Por ello, el espíritu crítico aunque provoque cansancio, es excelente para el desarrollo de la mente: agiliza las neuronas, y previene contra los miasmas del totalitarismo.

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