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Juan Manuel Rodríguez

“Suegrismo”

La primera reacción de Raimondas Rumsas nada más conocer la detención de su mujer en posesión de corticoides, testosterona y EPO fue la de echarle la culpa a su madre política: "no sé nada, las medicinas eran para mi suegra". Craso error del ciclista porque todo el mundo sabe, incluso los solteros lo sabemos, que la figura de la suegra de él, habitualmente muy degradada y por los suelos, cuenta con la defensa a ultranza de ella, una solidaridad que va más allá de la relación materno-filial y que raya en cierto punto con la fe ciega y, por qué no decirlo, con las ganas de quitarle la razón al marido. Rumsas se ha metido él solito en un jardín de impredecibles consecuencias al echarle la culpa de todo a la suegra, y de hecho su mujer ya ha salido desmintiéndole. Ahora bien, la suegra habría llegado también a París de haberse "chutado" todo lo que llevaba -con la receta del médico del equipo ciclista incluida- en su equipaje la señora Rumsas. La inquietante cuestión que surge ahora es la siguiente: si la testosterona y la eritropoietina no eran para la anónima suegra... ¿Para quién serían?

Puede que Rumsas, inconsciente de todo ello, haya inaugurado una nueva corriente deportivo-empresarial, la del "suegrismo deportivo", que no tardará mucho en añadir a su manual de comportamiento algún tipo listo. Y estaba pensando, por ejemplo, en Jorge Valdano. La idea está aún por pulir, y Rumsas será evidentemente el primer mártir de esta nueva causa. Pongamos un ejemplo gráfico de esto que digo: ante las insistentes preguntas de los periodistas sobre por qué el Real Madrid todavía no ha fichado a ningún jugador, Del Bosque nos remitirá a Florentino quien, a su vez, nos remitirá a Valdano quien, por último, siempre podrá decir lo siguiente: "Pregúntenle ustedes a mi suegra". Como Jorge es un tío inteligente lo habrá hablado antes con su mujer para que no le deje con el culo al aire.

Es una liberación esto de poder contar con la suegra para todo. Ante los garrafales errores arbitrales, Victoriano Sánchez Arminio echará la culpa a las suegras de sus colegiados. Si Rivaldo triunfa en el Milán, la suegra de Van Gaal ofrecerá una rueda de prensa diciendo: "fui yo quien convenció a Louis, pobre idiota, para que echara al brasileño a la calle". Los presidentes nombrarán vicepresidentas a sus suegras y, en definitiva, los aficionados dejarán de linchar todos los domingos a las madres para arremeter contra las suegras. Raimondas aún no lo sabe, pero acaba de inaugurar una nueva corriente de pensamiento. Es un héroe.

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