El empate (¡un empate, y fuera de casa!) del Real Madrid ante el ateniense AEK alimenta el debate –un clásico ya a estas alturas– sobre la debilidad defensiva del equipo de Vicente del Bosque. El Madrid, dicen, es una máquina en ataque pero, sin embargo, ofrece una alarmante debilidad en su línea defensiva. Demasiado fácil, muy simple para que sea esa la única verdad. Lo cierto es que contra el AEK falló la concentración defensiva de todo el equipo –también la de Cambiasso, Makelele o Guti– y no sólo de los defensas. En el segundo y tercer goles existieron errores garrafales en la colocación de los jugadores sobre el campo (la falta de Tsartas no se puede entrenar y sólo cabe aplaudirla), lo que no tiene nada que ver ni con la calidad ni tampoco con la cantidad de los defensas del Madrid, aunque en mi opinión Pavón esté muy "verde" para ser titular en este equipo.
Lo primero que habría que aclarar es que al Real Madrid se le exige que juegue al ataque, es una marca de la casa. Por el club pasaron técnicos con un concepto más defensivo (probablemente Fabio Capello sea el más reciente) que no acabaron de cuajar. El aficionado madridista exige que sus futbolistas, desde el primero hasta el último, jueguen sin retrovisor. No hace falta más que echarle un vistazo a la actual línea de cuatro defensas con la que juega habitualmente el Madrid: Michel, Hierro, Helguera y Roberto Carlos. El plan de Del Bosque consiste en contener al rival con Cambiasso y Makelele, porque el resto son jugadores de corte ofensivo: Zidane, Figo, Raúl y Guti o Morientes. ¿Por qué tiene que elaborar tanto sus jugadas el Real Madrid? Muy sencillo: porque se tira setenta y cinco minutos atacando, y suele esperarle un equipo agazapado y ordenado atrás.
El análisis simplón y ventajista (si el Madrid hubiera ganado 3-6 no se habría dicho nada de su defensa) afecta al fichaje de Ronaldo porque, a renglón seguido, quien llega a esa conclusión saca otra más: ¿y por qué se fichó un delantero centro cuando lo que hace falta es un central? Falso, y me explico. El beneficio, defensivamente hablando, que va a sacar este Real Madrid con Ronaldo es infinitamente mayor que teniendo otros dos defensas (Campo y Karanka, por ejemplo) en el banquillo. No sé si Ronaldo marcará más goles que Morientes, pero la cualidad del brasileño es impagable e inédita; no es un "9" sin más, sino un futbolista que puede recorrer él solito treinta metros (que se lo pregunten si no a Fernando Vázquez) con el balón en los pies, y el Real no tiene ahora mismo ese tipo de futbolista. Podría parecer chocante pero Ronaldo, un delantero, ayudará mucho al equilibrio defensivo del equipo. Un equipo que, no nos olvidemos, tiene que jugar al ataque porque lo exige su guión.
Real Madrid: al ataque por exigencias del guión
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