Para todo existe un punto de vista culé. ¿Que a Luis Figo le tiran una botella de "JB" a la cabeza?... Ha sido la actitud provocativa del portugués que osó tirar un córner. ¿Que desde la grada lanzan al campo una cabeza de cochinillo?... Es todo un fotomontaje de la prensa madrileña; el cochinillo sólo existió en el restaurante "Cándido" y en la calenturienta imaginación de los jugadores. ¿Cuchillos? ¿Bolas de billar? ¿Pelotas de golf? ¿Teléfonos móviles?... ¿Dónde? No los veo desde mi punto de vista estrictamente culé.
El Real Madrid no tiene nueve Copas de Europa sino tres. ¿Qué más da que sean realmente nueve si yo lo veo desde otro punto de vista, el mío, el genuino punto de vista culé? Por eso Gaspart no sólo no pide excusas, sino que justifica los vandálicos hechos acaecidos en el Nou Camp. Y por eso Van Gaal y Xavi cronometran a Figo. El caso es que presidente y entrenador azulgranas se agarran a ese curioso punto de vista como si de un clavo ardiendo se tratara; Gaspart quiere ocultar su falta absoluta de un proyecto deportivo, mientras que Van Gaal pretende disfrazar la pobreza de un equipo que jugó al 110% contra el Real Madrid y no consiguió vencer.
Pero el desviado punto de vista culé (y aquí incluyo a Sport y Mundo Deportivo, paladines del barcelonismo mal entendido) no debe distraer nuestra atención de lo que realmente importa. El Comité de Competición debe cerrar el campo del Barcelona si no quiere dar pábulo a circunstancias mucho peores de las que se produjeron el sábado. Si Competición se baja los pantalones estará diciendo lo siguiente: "lance usted pelotas de golf y bolas de billar, y también cuchillos si los tiene a mano; aquí nunca pasará nada". Dicen que "no se agredió a ningún jugador". ¿Eso significa que hasta que no se hiera o asesine a un deportista no habrá que clausurar un estadio? El sábado existió premeditación y alevosía. De hecho –hace dos temporadas– el Real Madrid decidió que Figo no lanzara los saques de esquina para evitar males mayores, y el año pasado ni siquiera jugó. Pero el sábado pudieron verse pancartas muy desagradables y claramente amenazantes contra el jugador portugués. Y el "speaker", empleado del Fútbol Club Barcelona, ya había advertido desde el pasado miércoles que haría un parón cuando le tocara leer el nombre de Figo. ¿No es eso premeditación? El punto de vista culé, refugio para tradicionales complejos de inferioridad y victimismos varios, no puede afectarnos a los demás. Y tampoco al Comité de Competición, que debe cerrar el campo. Porque la cabeza del cochinillo existió, no era un fotomontaje. Y porque si no ocurrió una tragedia fue, simple y llanamente, porque el jugador y el Real Madrid fueron increíblemente cautos. El gran vencedor del Barça-Madrid fue Lluis Bassat, que desde el sábado lo tiene mucho más fácil.
Dicen que así se las ponían a Felipe II.

El punto de vista culé
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