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Cuando en "El Tirachinas" recibimos el primer borrador de los actos conmemorativos del centenario madridista que pretendía organizar la empresa "Carat", todo eran "¡ohhh!", y "¡ahhh!", y "¡jooo!", aunque la expresión más común fue el "¿y esto...?". Si porque, según uno iba avanzando como podía, machete en mano, por aquella auténtica selva amazónica de iniciativas -hasta cincuenta, una por semana- que habían previsto para 2002, la pregunta era esa: "¿y esto?"... "¿y esto otro?"... Miguel Angel Rodríguez cargó la mano, llevado quizás por el madridismo pasional y un corazón tan blanco como el suyo. De la posterior rueda de prensa (y ya no se trataba de un simple borrador, sino de un proyectpo aprobado por el club) salimos todos borrachos, haciendo "eses". Yo creo que, de haber asistido a aquel acto, Joan Gaspart habría visto la luz, solicitando a renglón seguido su carnet de socio del Real Madrid.

Recuerdo a aquellos que ya lo hayan olvidado que "Carat" pretendía inicialmente que el escudo del Real Madrid se reflejara en el espacio. Así, a bote pronto, me parece que había previstos dos conciertos, uno con Julio Iglesias y otro con Plácido Domingo como principales protagonistas; luego, un desfile de las diez "top models" más importantes, o la visita de los ex presidentes de los Estados Unidos a la "auténtica" casa blanca. El año debería haber empezado con el himno del Real Madrid, y cuando uno llegara a Barajas sabría inmediatamente que se encontraba en la ciudad del centenario. He de confesarles que mi compañero Tomás Roncero estaba como un niño con zapatos nuevos ("y más, y más, y más"), pero que yo, en mi fuero interno, hubo varias ocasiones que pensé "¡pues menuda chorrada!".

El mundo no se paró el 18 de diciembre porque, como anunciaba una película muda de los años veinte, el mundo no se para por nada ni por nadie. Tal y como yo lo veo, pasado ya el centenario y sin ánimo de resultar ventajista, el error de los organizadores fue pensar que el Real Madrid era "más que un club", y no, no lo es. El Real Madrid es quizás el club de fútbol más importante del mundo. Sólo eso. Más que suficiente.

El centenario del Real Madrid ha sido exitoso desde el punto de vista estrictamente deportivo, pero -y cito a algunos madridistas- demasiado empalagoso, un poco cargante. Estuvieron en un tris de cruzar esa frontera que, en otro aspecto bien distinto, están ahora a puntito de atravesar los Bisbal, Chenoa, Bustamante y compañía. ¿Se imaginan "Operación Triunfo" todos los días del año, abriendo y cerrando las emisiones de televisión? Pues eso. Además... ¿qué hubiera pintado Clinton en el estadio Santiago Bernabéu?

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