Menú
EDITORIAL

Sólo nacionalistas y asimilados

Desde que el PNV firmó el pacto de Estella con ETA-Batasuna, manteniéndolo después de que el conglomerado terrorista diera por finalizada la tregua-trampa, sólo los muy ingenuos –o los muy cínicos– podían albergar públicamente alguna esperanza de que el PNV fuera a dar marcha atrás al proyecto secesionista sin intentar traspasar los márgenes de la Constitución y el Estatuto. La confirmación ha llegado con el proyecto de “estado libre asociado a España”, donde sólo tienen cabida los nacionalistas y quienes se declaren sus vasallos políticos.

Dice el proverbio que “la verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero”. Pero también hay un refrán que dice: “Dime con quién andas y te diré quién eres”. Es por esto último por lo que el PP, siguiendo el clarividente criterio de Jaime Mayor Oreja, decidió no acudir a la manifestación contra ETA convocada por Ibarreche, quien quería demostrar a sus asociados del mundo terrorista –a raíz del rechazo por parte de ETA del proyecto de Euskorrico– que es el PNV el que lleva la voz cantante en el proceso de “construcción nacional” de Euskalherría.

En las disputas familiares, los terceros no suelen ser bienvenidos; si acaso, los aliados, los clientes y los vasallos, siempre y cuando den muestras de su adhesión o su vasallaje. Por eso los miembros de la de la plataforma Basta ya, con Savater a la cabeza, se equivocaron de manifestación y fueron abucheados –lamentablemente, un justo premio a su incoherencia, su ingenuidad y su insensatez. No lo fueron, en cambio, el nuevo PSE de López y Elorza, el PSC de Maragall o CiU –con Artur Mas y Durán Lleida aprovechando la ocasión para pedir una reforma del estatuto catalán–, quienes esperan obtener algún beneficio de la desmembración de España.

Por si no estaba suficientemente claro, Arzallus se encargó de asegurar que se alegraba de que el PP no hubiera acudido a la manifestación, pues “hay mucha gente nuestra que no quería salir a la calle junto a ellos”. Evidentemente, pues el objetivo de la manifestación, además de hacer una advertencia a ETA-Batasuna, tenía como objetivo aislar políticamente al PP en el País Vasco recuperando la alianza estratégica con los socialistas. Algo no muy difícil, por cierto, si se tiene en cuenta que la operación la impulsa y bendice Prisa y que el socialismo vasco, con la aquiescencia de Patxi López y de Zapatero, asume como propias las tesis de Eduardo Madina.

En España

    0
    comentarios