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Germán Yanke

Estamos amenazados

Insisten. Ayer quería pensar que era un lapsus, una exageración mitinera, pero insisten con el aval, además, de Felipe González. Para los dirigentes del PSOE la incertidumbre internacional, el odio del islamismo radical a Occidente y el terrorismo totalitario internacional comienzan hace unas semanas y todos los males se deben a la intervención aliada en Irak. Estaríamos ahora en peligro porque la liberación de Irak ha causado odio y lo que tenemos que hacer es separarnos claramente de los países que se han decidido a combatir el terrorismo para que no nos pase nada. Subrayo “los países” porque la mentirosa retórica antiguerra habla sólo de Estados Unidos y deja a un lado a la mayoría de los países europeos, que han tenido una posición coincidente con la española. Pero esto es lo de menos, porque lo importante es que la tesis socialista no es sólo absurda y demagógica, es también perversa e indignante.

Porque es indignante buscar otra causa al terrorismo (al internacional y al nacional, que están en la misma red) que el totalitarismo violento que anida en su ideología. No hay terrorismo porque haya habido guerra en Irak, porque, en ese caso, no lo habría habido antes. No hay terrorismo tampoco porque se haya producido un incremento del “odio a Occidente” por esa inevitable acción militar. ¿Creen los socialistas que la guerra del Golfo de 1991 no produjo odio en los integristas islámicos porque la apoyara González? No hay terrorismo, de igual modo, porque exista una campaña de “humillación” del Islam, que ha sido tratado con algodones por los países democráticos, ayudado económicamente, beneficiado en Occidente sin reciprocidad alguna. No lo hay tampoco por la pobreza, ya que surge donde la riqueza, a costa de sus propios conciudadanos, puede pagar la técnica que la violencia precisa. La causa del terrorismo es ese totalitario y bárbaro salirse con la suya a toda costa y destrozando las vidas y los derechos de los demás. Las disquisiciones socialistas no tienen otro sentido que introducirse en una vergonzosa búsqueda de justificaciones y explicaciones que abandona cualquier criterio moral.

Alguno dirá que el PSOE ya lo sabe, pero que, a lo mejor, saca rédito electoral, puede “volver a la guerra”, enarbolar la pancarta, etc. Quien lo diga tiene peor concepto que yo del socialismo español, que prefiero verlos desconcertados e incontinentes que sinvergüenzas.

Desconcertados e incontinentes. Caldera dice que “no le conviene a España seguir la estrategia de Bush”. González que “revisar” la política internacional no es “desolidarizarse” en la lucha contra el terror que encabeza Estados Unidos y, como única sugerencia, propone lo que ya existe: la coordinación de los servicios de inteligencia “como Francia, Gran Bretaña o Italia”. ¿Pero no sabe o quiere olvidar que las últimas detenciones de supuestos terroristas islámicos, las que el PSOE devaluó y criticó después, fueron precisamente a instancias de los servicios franceses?

Es todo patético y vergonzoso. González perora por la herida siempre abierta de no haber aceptado que un señor bajito y con bigote le ganara las elecciones, arreglara la economía, acertara en el País Vasco y tuviera un papel internacional más importante que el suyo. Lo viene haciendo así una y otra vez, hasta dar pena. ¿Pero los demás? No saben que así no gobernarán nunca, que no basta con la palmadita en la espalda del ex presidente. “Que el Gobierno diga que estamos amenazados”, pide González. Claro que lo estamos: doblemente.

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