En la contraportada de A Bola, Marcelo Rebelo de Sousa escribe lo siguiente: "Es sólo una cuestión de autoestima, o mejor, de confianza; al final, Aljubarrota es cuando un portugués quiere que sea". Este periodista se refiere en concreto a la batalla que, el 14 de agosto de 1385, enfrentó en la ciudad del mismo nombre a los ejércitos de Juan I de Portugal con los de Juan II de Castilla, y que concluyó con la aplastante victoria de los portugueses y la posterior independencia de éstos con respecto al reino castellano. Aquí todo el mundo apela a la heroica, y habla constantemente de un partido "a vida o muerte" cuando se refiere al del próximo domingo entre Portugal y España. Iñaki Sáez ya ha dicho esta mañana que lo de jugarse la clasificación para cuartos de final en el último partido es normal, y que a él le ha sucedido en muchas ocasiones. Es cierto que, independientemente de que hubiéramos derrotado a los griegos este miércoles, nuestra selección tendría que esperar al tercer partido del Grupo A para asegurarse la clasificación, pero con lo que no contaba nadie era con que Grecia pusiera en jaque a dos equipos de la aparente entidad del portugués y el español.
No sé si Juan II de Castilla estuvo especialmente torpe u osado aquel 14 de agosto de hace siete siglos, pero si por algo me huele a mí a Aljubarrota lo del domingo es por la designación de Anders Frisk. Todos los árbitros que están en la Eurocopa son habituales de la Champions League, pero el sueco tiene cierta tendencia a hacerse precisamente eso, el sueco, con algunas decisiones complicadas. La UEFA ha colocado a un árbitro malo para España, porque el sábado Portugal perdió contra Grecia y ayer venció a Rusia, y porque está claro que al anfitrión le llegará -tarde o temprano- la ayudita de la organización. De hecho, Scolari, ex seleccionador nacional de un equipo históricamente receptor de muchos favores arbitrales, ha prohibido tajantemente a sus jugadores que hablen del colegiado en la concentración del equipo; por algo será. Si yo fuera Villar empezaría a moverme, no fuera a ser que cuando afirman eso de que "Aljubarrota, e sempre que um portugues quiser!" se estuvieran refiriendo a la actuación del árbitro.
De cara al decisivo partido contra los anfitriones, Iñaki Sáez recuperará su vieja costumbre de hacer público el once titular veinticuatro horas antes del partido. Nos ha durado poco esto del "FBI a la española". El seleccionador dice ahora que Portugal es diferente a Grecia, y que el equipo que lidera Figo no juega en función del rival de turno. Seguro que cuando afirma eso es porque está plenamente convencido de ello, aunque jugar al ratón y al gato con los helenos no nos sirviera absolutamente para nada. Por cierto, ¿quién es el chivato de la selección?... Alguien debió filtrar que no había ningún cambio con respecto al equipo que jugó contra Rusia, y lo hizo cinco horas antes de que empezara el encuentro contra Grecia. Apañados vamos si empiezan a fallarnos también nuestros servicios de contraespionaje en la Eurocopa.
No sé si Juan II de Castilla estuvo especialmente torpe u osado aquel 14 de agosto de hace siete siglos, pero si por algo me huele a mí a Aljubarrota lo del domingo es por la designación de Anders Frisk. Todos los árbitros que están en la Eurocopa son habituales de la Champions League, pero el sueco tiene cierta tendencia a hacerse precisamente eso, el sueco, con algunas decisiones complicadas. La UEFA ha colocado a un árbitro malo para España, porque el sábado Portugal perdió contra Grecia y ayer venció a Rusia, y porque está claro que al anfitrión le llegará -tarde o temprano- la ayudita de la organización. De hecho, Scolari, ex seleccionador nacional de un equipo históricamente receptor de muchos favores arbitrales, ha prohibido tajantemente a sus jugadores que hablen del colegiado en la concentración del equipo; por algo será. Si yo fuera Villar empezaría a moverme, no fuera a ser que cuando afirman eso de que "Aljubarrota, e sempre que um portugues quiser!" se estuvieran refiriendo a la actuación del árbitro.
De cara al decisivo partido contra los anfitriones, Iñaki Sáez recuperará su vieja costumbre de hacer público el once titular veinticuatro horas antes del partido. Nos ha durado poco esto del "FBI a la española". El seleccionador dice ahora que Portugal es diferente a Grecia, y que el equipo que lidera Figo no juega en función del rival de turno. Seguro que cuando afirma eso es porque está plenamente convencido de ello, aunque jugar al ratón y al gato con los helenos no nos sirviera absolutamente para nada. Por cierto, ¿quién es el chivato de la selección?... Alguien debió filtrar que no había ningún cambio con respecto al equipo que jugó contra Rusia, y lo hizo cinco horas antes de que empezara el encuentro contra Grecia. Apañados vamos si empiezan a fallarnos también nuestros servicios de contraespionaje en la Eurocopa.
