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Juan Carlos Girauta

Ser o no Ser

Si Francino está ahí es, entre otras cosas, porque Gabilondo no aguantaba más: guerra tan agotadora sólo se soporta si uno cree que le asiste la razón

Tengo a Carles Francino por muy buen periodista. Le he visto manejarse en TV3, en difíciles programas improvisados, con tranquilidad, manteniendo un tono pedagógico, como si llevara semanas preparándolos. En la época más feroz del acoso nacionalista a Vidal-Quadras le oí decir que don Aleix era el mejor parlamentario de Cataluña. Era cierto, pero para darse cuenta había que mirar la realidad sin gafas sectarias. Él no las llevaba.
 
Y sin embargo… El jueves entrevistó a ese digno sucesor de Sala y Montilla en la secretaría de Organización del PSC que se llama José Zaragoza. Faltando a la verdad, como corresponde a la tradición de su cargo, el político se sacudió las responsabilidades partidarias por el montillazo citando una noticia inexistente que habría aparecido en El Mundo: la financiación al PP por parte de Endesa. Francino no le corrigió.
 
Pero se trataba de un bucle trazado o tramado por el propio entrevistado, pues lo que el periódico recogía era este titular: El PSC dice que el presidente de Endesa es “donante del PP”, y desde el primer párrafo se refería a Zaragoza. La noticia, pues, no consistía en que el presidente de Endesa fuera donante del PP, sino en que Zaragoza sostuviera tal cosa. El socialista había generado una noticia y acto seguido la citaba en la radio amiga como si acabara de enterarse.
 
Ni el mejor profesional del mundo puede arreglar con pinceladas de asepsia el horripilante cuadro: unos políticos zurupetos devuelven favores desde el poder a sus benefactores financieros mientras amenazan a medios de comunicación privados y a periodistas. Son tan ignorantes y tan liberticidas que, teniendo el poder, manejando el BOE, el presupuesto, la policía y el espionaje invocan la libertad de expresión para llamar al linchamiento de ciudadanos por su nombre y apellidos.
 
Es precisamente el medio donde está Francino el que incurrió en todo aquello que los incendiarios Montilla y Duran reprochan a la COPE, el que alentó un grito de odio que partió al país por la mitad, el que mintió (terroristas suicidas) y manipuló (supuestos planes del gobierno para suspender las elecciones). Si Francino está ahí es, entre otras cosas, porque Gabilondo no aguantaba más: guerra tan agotadora sólo se soporta si uno cree que le asiste la razón. Ni cuando ocurrió aquello, ni antes, durante lo ocho años de gobierno del PP, se atrevió nunca un ministro a criticar a un comunicador.
 
Aznar acababa de ser arrojado al basurero de la historia y todavía no se atrevía a llamar por su nombre al grupo que le había dado el empujoncito decisivo tras recibir favores públicos sin cuento. Sus sucesores, por el contrario, señalan a la COPE y dibujan dianas en el pecho de algunos hombres libres. Hombres libres. ¿Conocen el concepto? Condición para algunos ignota, bachiller. Para otros, ay, perdida.

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