Aún no se ha había apagado el eco de las carcajadas por la fabulosa "exclusiva" de la cadena SER, en la que denunciaba que el nieto de la hermana de la madre del suegro de Zaplana tenía un restaurante en Benidorm, donde el dirigente popular fue alcalde, cuando la radio de Polanco ha decidido evacuar una nueva acusación contra el dirigente popular. Dos empresarios lo han culpado de llevarse comisiones de Terra Mítica, el parque temático investigado por fraude, con la única base de unas palabras que aseguran les dijo en su día un tercero. Los acusadores, en una conversación con dos dirigentes socialistas que éstos grabaron, "ofrecen contar lo que saben, incluso en los medios de comunicación, y a cambio piden dinero y un pacto con las acusaciones que les beneficie en el proceso judicial en el que están implicados" y, claro está, no ofrecen ninguna prueba de sus acusaciones, tan sólo su palabra. Testigos muy de fiar.
Al contrario que Felipe González, no estamos aquí para poner la mano en el fuego por nadie. Pero parece evidente que si se quiere implicar a Zaplana en un caso de corrupción se necesitan indicios bastante más sólidos. Ya se popularizó entre la progresía el bulo de que dijo una vez aquello de "estoy en la política para forrarme", algo que jamás ha salido de sus labios, para reforzar una imagen preconcebida de corrupto. Un mito parecido al de afirmar que Esperanza Aguirre hablaba de "Sara Mago", falsedad concebida para colocar una imagen de inculta a la entonces ministra de Cultura. Pero, al menos, ambas mentiras se propagaron exclusivamente a través de los medios adictos. Esta nueva "exclusiva", en cambio, ha sido creada por el PSOE y publicitada directamente desde Moncloa.
Después de que miembros del PSOE asturiano prometieran "solucionar unos expedientes" de un comisionista a cambio de que éste denunciara a un senador popular, ahora vemos que la principal actividad de los socialistas valencianos consiste en negociar si pagan o no –en dinero y situación procesal– a unos empresarios a cambio de implicar a Zaplana en el caso. Está muy feo eso de pagar por confesiones, más que nada porque eso casi garantiza su falsedad. Claro que eso no le importa al PSOE, que parece más interesado por unos minutos en la cadena SER que por el bienestar de los ciudadanos a los que dice gobernar, en los ratos en los que no los detiene ilegalmente.
Siendo así el partido, es natural que el gobierno que forman dedique su aparato de comunicación a propagar "exclusivas", siempre y cuando afecten a Zaplana o a Acebes. Y es que la inquina contra estos dos políticos por parte del grupo mediático de Polanco –y también, por tanto, por parte de los niños obedientes del gobierno y del PSOE– se debe a que son los que representan de verdad dentro del PP una alternativa al socialismo en España. No preocupa que Gallardón pudiera eventualmente presentarse y hasta ganar unas elecciones generales pues, esencialmente, no deja de ser un socialista que milita en otro partido, y que concedería a Prisa las prebendas que ésta exija. Pero existe una derecha, mayoritaria entre el electorado del PP, que quiere algo distinto al socialismo polanquista, y que se siente representada por estos dos políticos batalladores y con las ideas claras. Los mismos que los falsos amigos del PP aconsejan descabalgar de la dirección del partido.