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Fundación Heritage

Extraordinarios progresos en Irak

Según un informe recientemente publicado por el FMI, Irak podría experimentar nada más y nada menos que un 7% de crecimiento económico este año y entre el 7 y el 8% el que viene.

Helle Dale

Dicen que no hay mal que por bien no venga y un barril de petróleo a 100 dólares podría tener al menos un lado bueno: la inyección económica que está brindando a la sufrida economía de Irak. Combinados con una mayor estabilidad política y zonas de seguridad en expansión, los ascendentes precios del petróleo prometen hacer de 2008 uno de los mejores años que Irak haya tenido en mucho tiempo.

En la sección "no deje que las buenas noticias sobre Irak pasen inadvertidas", esta columna les trae informes no sólo del Gobierno de Estados Unidos, sino también del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de Naciones Unidas como confirmación independiente de que Irak parece estar camino de un buen año. El argumento de que Irak es un fracaso y un desperdicio de vidas y dólares norteamericanos se está haciendo cada vez más difícil de sostener y por eso no hemos estado oyéndolo de boca de los candidatos presidenciales demócratas tanto como cabría esperarse.

Según un informe recientemente publicado por el FMI, Irak podría experimentar nada más y nada menos que un 7% de crecimiento económico este año y entre el 7 y el 8% el que viene. Según Mohsin Kahn, director del departamento de Oriente Próximo y Asia central del FMI, este pequeño milagro económico está ligado a la creciente producción petrolera de Irak, reflejo una vez más de la mejor situación de seguridad. Irak está bombeando actualmente 2 millones de barriles al día, una cifra que podría aumentar con 200.000 barriles más el año próximo. En el último trimestre de 2007, la producción petrolera iraquí aumentó en 250.000 barriles al día, principalmente debido a la mejorada situación de seguridad en Kirkuk, en el área kurda al norte de Irak.

No sólo eso; debido a la política macroeconómica y a las reformas llevadas a cabo el último año por el Gobierno iraquí, en diciembre pudo pagar antes de la fecha fijada la totalidad de su deuda pendiente con el FMI, que ascendía a unos 470 millones de dólares. Por consiguiente, el fondo aprobó el 20 de diciembre un nuevo paquete a disposición de Irak por 740 millones de dólares.

"Las autoridades iraquíes han logrado mantener su programa económico por buen camino durante 2006-7, a pesar de la difícil situación de seguridad", afirmó Takatoshi Kato, vicedirector administrativo del FMI, al aprobar el nuevo paquete. El FMI también elogió al Gobierno por sus planes de continuar así en 2008.

Mientras tanto, Naciones Unidas también ha tomado nota del progreso en Irak la semana anterior. Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, rindió su informe al Consejo de Seguridad calificando "la reducción en el número total de los ataques en todo Irak" como "una evolución bienvenida".

También recordó al Consejo que fortalecer los logros obtenidos depende de compromiso ininterrumpido entre las fuerzas iraquíes de seguridad y Estados Unidos y sus aliados. También gira en torno a la extensión de un alto el fuego temporal con el radical líder chií Moqtada al-Sadr, así como la cooperación de grupos árabes sunníes que cambiaron de bando para trabajar con Estados Unidos. Todo esto es cierto y demuestra que el progreso depende de que sigan dándose ciertas condiciones, pero el año 2007 demostró que puede hacerse.

El secretario general precisó que se necesitan mejoras similares en la arena política, donde el asunto de la reconciliación se ha movido más lentamente. Esto es indudablemente cierto, aunque las expectativas y las exigencias de los críticos del compromiso en Irak en Estados Unidos son a menudo extravagantes. Después de todo, estamos en plena temporada política donde las divisiones entre norteamericanos se verán acentuadas por nuestro propio proceso político.

El Gobierno iraquí, liderado por chiítas, tomó recientemente una polémica medida en el camino a la reconciliación, cambiando la ley para permitir que muchos ex miembros del partido baazista, principalmente sunníes, puedan acceder nuevamente a las fuerzas militares y al servicio público (el partido fue declarado ilegal después de la invasión liderada por Estados Unidos en 2003). Es un paso importante hacia la reconciliación entre los dos principales grupos religiosos de Irak; será un proceso difícil y algunos criminales pueden entrar en las fuerzas del orden. Bajo las circunstancias, es un riesgo que hace falta correr. Habrá una posibilidad de perseguir a ex miembros por sus acciones bajo las órdenes de Saddam, después de lo cual se les concederá inmunidad judicial.

Todos estos logros, sobre los que las agencias internacionales finalmente se están dando cuenta, dependen de todo lo antedicho y de mucho más, como de las facciones que están fuera del control de los gobiernos de Estados Unidos o de Irak. Pero si la buena tendencia continúa, habrá grandes cosas en el camino en lugar del negro nubarrón que antes nos pintaban. Con la tercera reserva más grande de petróleo del mundo, Irak tiene el potencial de ayudar a bajar esos precios, razón más que suficiente para que Estados Unidos y el Gobierno iraquí sigan dedicados a conseguir los logros que forjaron en 2007.

©2008 The Heritage Foundation
* Traducido por Miryam Lindberg

Helle Dale es directora del Centro Douglas y Sarah Allison para Estudios de Asuntos Exteriores y de Defensa de la Fundación Heritage. Sus artículos se pueden leer en el Wall Street Journal, Washington Times, Policy Review y The Weekly Standard. Además, es comentarista de política nacional e internacional en CNN, MSNBC, Fox News y la BBC.

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