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Juan Carlos Girauta

Puerta

¿Qué hace ahí ANV financiando futuros crímenes a cuenta del erario, sufragando extorsiones y anestesias para la sociedad del tute? Invocan, para no actuar, limitaciones de las leyes ¡cuando no han hecho otra cosa que ignorarlas!

Alguien con la sutileza del sindicalista Álvarez les diría que están tocando ya los huevos, y un Pedro Castro se acordaría de sus votantes sin necesidad de abandonar el área testicular. Tras un título airado, prefiero adornar esta invitación con ecos de Marco Tulio Cicerón, porque aún hay clases.

No es nada personal, señor Solbes, pero empezaremos por usted: ¿Hasta cuándo abusará de nuestra paciencia? Cuando sólo Letonia nos gana en destrucción de empleo, en tanto que se cumplen una a una (bien que agravadas) las advertencias de Pizarro en aquel debate que ojo al parche le ganó acogiéndose a las comodidades de la mentira, mientras reconoce que los Presupuestos se basan en previsiones desfasadas, con los infantes afiliándose a la Seguridad Social por ver de consumar un maquillaje que para sí habría querido Boris Karloff, cabeceando entre siesta y consejo, sopor y conferencia, modorra y pleno, y reconociendo usted mismo que "a ciertas edades" bla, bla, bla... ¿por qué se empeña en taponar el cargo? ¿Por qué no deja que alguien con ganas y realismo, alguien... ejem... despierto, tome las riendas?

Qué decir de Rubalcaba y Bermejo, a quienes propondré filípica en vez de catilinaria: "Es ciertamente hermosa la palabrapaz(...) Pero no parece que los hogares familiares, que las leyes públicas, que los derechos que procura la libertad le sean queridos a aquel a quien deleitan las discordias, los asesinatos de ciudadanos y la guerra civil". ¿Qué hace ahí ANV financiando futuros crímenes a cuenta del erario, sufragando extorsiones y anestesias para la sociedad del tute? Invocan, para no actuar, limitaciones de las leyes ¡cuando no han hecho otra cosa que ignorarlas! Fingen abominar de "los atajos" quienes más se han adentrado en ellos. Pagamos por su grandísima culpa negociadora el deshonor de ver encaramados a las instituciones a mandatarios de los matarifes. Han fracasado siempre en todo. ¿Por qué no juntan unas migas de dignidad y dimiten? Váyanse antes de tener que volver a desdecirse. Que sean otros quienes tengan que oír: "¿Qué semejanza hay entre vosotros y ese gladiador para que negociéis con él sobre las condiciones de la paz o sobre lo que es justo?".

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