Aunque ningún otro grupo hubiera apoyado las resoluciones del grupo socialista, el Gobierno nunca está solo… Nunca. Siempre tiene a su disposición el BOE para gobernar.
Agapito Maestre
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El_Erast dijo el día 21 de Mayo de 2009 a las 05:08:
Uno de los actos más grandes que se pueden hacer ahora en la Historia y que darían dignidad, altura y grandeza al Hombre y a España: Entregar la Nación entera a los nacionalismos.
Acabo de ver Roma en el bidé del baño. Espectacular, lo recomiendo. Eso del nacionalismo, qué más da. Superemos el razonamiento común, pues es simple y primitivo mirado desde la Totalidad de lo que será el hombre. Hagamos razonamientos lujosos hoy: demos la nación a los nacionalistas y experimentemos nuevas combinaciones políticas. Como la vida, la actual, es demasiado básica y simple, prosaica, no nos podemos permitir el experimentalismo. El futuro nos verá reducidos, pues lo somos, pero comprenderá que no podíamos hacer otra cosa y que gracias a nosotros, ellos están. Y que gracias a nosotros, ellos están.
Permitámosnos la soberbia histórica de rebelarnos contra nuestra condición elemental actual, de atacar a lo que menos podemos atacar de nosotros mismos: nuestros intereses inmediatos. Permitámosnoslo haciéndolo a causa de ver al hombre a lo largo de la Historia, haciéndolo como acto metafísico singular en el que el hombre de ahora toma conciencia del hombre de siglos, ese imbécil. Ese imbécil por esto: básico, simple, desde el amanecer de los tiempos siempre protector de su propio bien inmediato y urgente, animalucho, sin el suficiente despego de sí como para atentar contra lo que le conviene a él, para hacer algo lujoso contra sí mismo en la Historia. Del animalucho, riámonos sí, de su elementalismo ahora.
Lujoso será nuestro acto porque es y será contra uno mismo: experimental. Lujoso será nuestro acto porque es y será no por lo que necesitamos, sino por lo que nos sobra. Lujoso será porque eleva nuestros espíritus al alba y los pone al servicio de la Idea. Más aún que lujoso, nuestro acto, señores, será heroico. No es sólo una acción absurda a lo que insto ahora, una enorme acción absurda, gestual muda y teatral hecha a nivel colectivo y grandioso como pueblo ( el pueblo metafísico, se diría de España. "España, un pueblo que se puso al servicio de la Idea, el pueblo libre", el que se atrevió a atentar contra sus intereses inmediatos y entregó la propia nación al nacionalismo sólo para rebelarse a causa de algo más noble y elevado: contra la Idea de no poder rebelarse a lo largo de la historia contra el común denominador del hombre que le encadena a hacer lo que demandan sus intereses más inmediatos sin permitirse la Posibilidad creadora. Ser por ello el de ahora elemental, sin lujo y sólo luchador por y para su materia cercana, sin Espíritu, ser en el que no tenía más fuerza en él, como razón, la Idea. Ser pétreo, de tierra, de polvo. No ser en cambio de espuma, libre, de Idea, ser sutil, estelar, fosforescente, azul, trasparente y galáctico, evanescente y abierto a ser todo lo posible, como acabará siendo el hombre pero siempre con crítica. No es sólo una temeridad y una locura a lo que insto hacer ahora en este tiempo limitado, es por su limitación un acto valioso y sobretodo heroico: uno de los actos más grandes que se pueden hacer en la Historia: entregar la nación a los nacionalismos por la Idea.
Es además el acto artístico del hombre frente así mismo en la Historia, un acto que no aspira a dejar huella: será además anónimo y mudo, para que duela. Es decir, auténtico y realmente elevado por la propia Ausencia de él mismo. No quedó en ningún lado escrita su causa ni sus razones para que fuese en su invisibilidad el acto más grandioso jamás realizado. Y esto dolerá más, pues ni siquiera quedará huella de su elevada causa a la que es puesto al servicio: la Idea, como digo. Y aquí es donde está su máxima fuerza. Es un acto metafísico en la Historia al servicio de rebelarse contra el propio hombe en la Historia, pero hacerlo a nivel colectivo como pueblo. Es la propia negatividad como movimiento de la historia hecha un bucle contra la lógica cotidiana del "hombre Pr" ( primitivo, nosotros, hoy que creemos a ver descubierto el eslabón perdido), que está siempre al servicio de lo elemental, para lograr así un retorcimiento en la historia creando una singularidad absurda encomendada por fin a la lógica de la Idea ( lo lujoso y experimental) y por ello, contra los intereses inmediatos y materiales del hombre: el sentido común, lo básico a lo que se está al servicio de forma encadenada: La Nación en este caso.). Mostraríamos así que el hombre puede incluso estar por encima de su nivel elemental actual donde sólo puede tratar sus problemas de forma muy monótona, predecible, primitiva y simple: siempre al servicio de sí mismo, y ello porque la vida actual es única, decisiva y urgente, y no hay riesgo ni huevos para hacer "locuras", pero sólo se ve absurdo el experimentalismo creador por la propia limitación de nosotos, no porque sea absurdo como tal, pues es creador y heroico. Es el avance de lo que será casi la norma en el futuro: la posibilidad al alcance. La Posibilidad será "la norma" en el futuro, a dominarla en su infinitud aspira el hombre y esta es su Libertad auténtica. El futuro lo hará posible, ya lo está haciendo de hecho, poco a poco, y habrá universos, esto ya lo sabemos, en los que Zapatero, sí, hará lo que yo ahora pido: entregar la nación a los nacionalismos: Un acto lujoso en la Historia. Pero ya no será heroico como hoy, en cambio, hubiera sido.
Uno de los actos más grandes que se pueden hacer ahora en la Historia y que darían dignidad, altura y grandeza al Hombre y a España: Entregar la Nación entera a los nacionalismos.
Acabo de ver Roma en el bidé del baño. Espectacular, lo recomiendo. Eso del nacionalismo, qué más da. Superemos el razonamiento común, pues es simple y primitivo mirado desde la Totalidad de lo que será el hombre. Hagamos razonamientos lujosos hoy: demos la nación a los nacionalistas y experimentemos nuevas combinaciones políticas. Como la vida, la actual, es demasiado básica y simple, prosaica, no nos podemos permitir el experimentalismo. El futuro nos verá reducidos, pues lo somos, pero comprenderá que no podíamos hacer otra cosa y que gracias a nosotros, ellos están. Y que gracias a nosotros, ellos están.
Permitámosnos la soberbia histórica de rebelarnos contra nuestra condición elemental actual, de atacar a lo que menos podemos atacar de nosotros mismos: nuestros intereses inmediatos. Permitámosnoslo haciéndolo a causa de ver al hombre a lo largo de la Historia, haciéndolo como acto metafísico singular en el que el hombre de ahora toma conciencia del hombre de siglos, ese imbécil. Ese imbécil por esto: básico, simple, desde el amanecer de los tiempos siempre protector de su propio bien inmediato y urgente, animalucho, sin el suficiente despego de sí como para atentar contra lo que le conviene a él, para hacer algo lujoso contra sí mismo en la Historia. Del animalucho, riámonos sí, de su elementalismo ahora.
Lujoso será nuestro acto porque es y será contra uno mismo: experimental. Lujoso será nuestro acto porque es y será no por lo que necesitamos, sino por lo que nos sobra. Lujoso será porque eleva nuestros espíritus al alba y los pone al servicio de la Idea. Más aún que lujoso, nuestro acto, señores, será heroico. No es sólo una acción absurda a lo que insto ahora, una enorme acción absurda, gestual muda y teatral hecha a nivel colectivo y grandioso como pueblo ( el pueblo metafísico, se diría de España. "España, un pueblo que se puso al servicio de la Idea, el pueblo libre", el que se atrevió a atentar contra sus intereses inmediatos y entregó la propia nación al nacionalismo sólo para rebelarse a causa de algo más noble y elevado: contra la Idea de no poder rebelarse a lo largo de la historia contra el común denominador del hombre que le encadena a hacer lo que demandan sus intereses más inmediatos sin permitirse la Posibilidad creadora. Ser por ello el de ahora elemental, sin lujo y sólo luchador por y para su materia cercana, sin Espíritu, ser en el que no tenía más fuerza en él, como razón, la Idea. Ser pétreo, de tierra, de polvo. No ser en cambio de espuma, libre, de Idea, ser sutil, estelar, fosforescente, azul, trasparente y galáctico, evanescente y abierto a ser todo lo posible, como acabará siendo el hombre pero siempre con crítica. No es sólo una temeridad y una locura a lo que insto hacer ahora en este tiempo limitado, es por su limitación un acto valioso y sobretodo heroico: uno de los actos más grandes que se pueden hacer en la Historia: entregar la nación a los nacionalismos por la Idea.
Es además el acto artístico del hombre frente así mismo en la Historia, un acto que no aspira a dejar huella: será además anónimo y mudo, para que duela. Es decir, auténtico y realmente elevado por la propia Ausencia de él mismo. No quedó en ningún lado escrita su causa ni sus razones para que fuese en su invisibilidad el acto más grandioso jamás realizado. Y esto dolerá más, pues ni siquiera quedará huella de su elevada causa a la que es puesto al servicio: la Idea, como digo. Y aquí es donde está su máxima fuerza. Es un acto metafísico en la Historia al servicio de rebelarse contra el propio hombe en la Historia, pero hacerlo a nivel colectivo como pueblo. Es la propia negatividad como movimiento de la historia hecha un bucle contra la lógica cotidiana del "hombre Pr" ( primitivo, nosotros, hoy que creemos a ver descubierto el eslabón perdido), que está siempre al servicio de lo elemental, para lograr así un retorcimiento en la historia creando una singularidad absurda encomendada por fin a la lógica de la Idea ( lo lujoso y experimental) y por ello, contra los intereses inmediatos y materiales del hombre: el sentido común, lo básico a lo que se está al servicio de forma encadenada: La Nación en este caso.). Mostraríamos así que el hombre puede incluso estar por encima de su nivel elemental actual donde sólo puede tratar sus problemas de forma muy monótona, predecible, primitiva y simple: siempre al servicio de sí mismo, y ello porque la vida actual es única, decisiva y urgente, y no hay riesgo ni huevos para hacer "locuras", pero sólo se ve absurdo el experimentalismo creador por la propia limitación de nosotos, no porque sea absurdo como tal, pues es creador y heroico. Es el avance de lo que será casi la norma en el futuro: la posibilidad al alcance. La Posibilidad será "la norma" en el futuro, a dominarla en su infinitud aspira el hombre y esta es su Libertad auténtica. El futuro lo hará posible, ya lo está haciendo de hecho, poco a poco, y habrá universos, esto ya lo sabemos, en los que Zapatero, sí, hará lo que yo ahora pido: entregar la nación a los nacionalismos: Un acto lujoso en la Historia. Pero ya no será heroico como hoy, en cambio, hubiera sido.