La libertad de expresión y de difusión es una precondición vital para cualquier país que se tenga por libre. Por consiguiente, cualquier intromisión del Estado para coartarla equivale a un atentado contra el bien general.
EDITORIAL
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rovse dijo el día 24 de Mayo de 2009 a las 11:32:
Pedir que en España se de ese tipo de libertad a los medios periodísticos o a sus "señorías", es una fantasía, hoy por hoy. En el Parlamento inglés se está comenzando a generar un deterioro de la Democracia importante, donde el interés de los parlamentarios por sus electores está derivando hacia la sumisión al líder de su partido y a conseguir el máximo de las prebendas que éste tenga a bien darle.
Este tránsito de una "Democracia" hacia otra "Democracia dictatorial" es imposible que se dé en España porque aquí siempre hemos vivido en esta última. Supuestamente entre finales de 1975 y finales de 1978 pasamos de un régimen dictatorial a otro régimen dictatorial pero con una pátina de "democrático", donde a través de unos procesos electorales corrompidos el Pueblo acaba votando lo que los políticos quieren o más de lo mismo; donde un pueblo servil y aleccionado es llevado al lugar que la casta política decide; donde el líder de un partido político con estructura dictatorial ordena y manda sobre los bienes y las vidas del resto de los españoles.
Nuestro sistema parlamentario nunca ha dado muestras de querer servir a los intereses públicos españoles, sino a los de sus propios partidos políticos, sus propios intereses o a los de su líder. El Rey se equivocó en aceptar una Constitución y un régimen político que tantos males nos ha traído. Si no quería ser Rey más bien le hubiera valido abdicar, porque ahora tenemos dos reyes: uno de nombre que no sirve para nada, y otro que ha ido corrompiendo el sistema hasta conseguir el poder absoluto, igual al que tenían los reyes absolutistas donde las Cortes eran un simple brazo ejecutor de su voluntad.
Por ello, pedirles a los representantes políticos de nuestro país y a las instituciones que den publicidad de sus corrupciones, es algo impensable, y donde la mayoría de los miembros del "cuarto poder" están al servicio del líder de turno y donde si alguien es crítico se trata de acallar o manipular.
Es España tenemos un refrán (sabiduría popular) que dice: alguien vendrá que bueno te hará. Si tuvimos un dictador, otros vinieron después. Un Felipe González hambriento y pobre que nos llevó a la ruina y se hizo rico, un Aznar que nos llevó a lo más alto a nivel nacional e internacional pero que pasó sin la fuerza ni la valentía necesaria para hacer las reformas que hacían falta y que al final cayó en la trampa del nuevo y actual dictador al más puro estilo bananero, quien ya ha conseguido llevarnos a una degradación económica y social impensable hace pocos años y que a costa de su permanencia interminable en el poder no le importa llevar a este país a su ruptura territorial y a una nueva guerra civil, su meta última. Y para ello no le importa hacer uso de todos los medios a su alcance y pasar por encima de quien sea, sean pasajeros de trenes o compañeros de partido.
Pedir transparencia a una casta política corrupta es impensable hoy día. A finales de 1976 las Cortes franquistas se automutilan y dejan paso a un proceso de Transición hacia (supuestamente) un régimen democrático. Todo ello en un proceso de paz. Hoy día estamos en una situación algo parecida. Nuestro sistema parlamentario necesita de una catarsis y de una reforma profunda. A la vista de cómo nos encontramos, ¿alguien cree que nuestros políticos tendrán la sabiduría, la decencia, la honradez y el valor suficiente para hacerla?
Un pueblo unido jamás será vencido, pero ¿quién dirige a ese pueblo? Hay muchas cosas que podríamos hacer todos juntos, de forma totalmente pacífica y democrática, y cambiar todo el sistema, pero ¿quién nos dirige? La carencia de buenos líderes a lo largo de toda la Historia de España ha sido el mayor problema que ha tenido este país.
Pedir que en España se de ese tipo de libertad a los medios periodísticos o a sus "señorías", es una fantasía, hoy por hoy. En el Parlamento inglés se está comenzando a generar un deterioro de la Democracia importante, donde el interés de los parlamentarios por sus electores está derivando hacia la sumisión al líder de su partido y a conseguir el máximo de las prebendas que éste tenga a bien darle.
Este tránsito de una "Democracia" hacia otra "Democracia dictatorial" es imposible que se dé en España porque aquí siempre hemos vivido en esta última. Supuestamente entre finales de 1975 y finales de 1978 pasamos de un régimen dictatorial a otro régimen dictatorial pero con una pátina de "democrático", donde a través de unos procesos electorales corrompidos el Pueblo acaba votando lo que los políticos quieren o más de lo mismo; donde un pueblo servil y aleccionado es llevado al lugar que la casta política decide; donde el líder de un partido político con estructura dictatorial ordena y manda sobre los bienes y las vidas del resto de los españoles.
Nuestro sistema parlamentario nunca ha dado muestras de querer servir a los intereses públicos españoles, sino a los de sus propios partidos políticos, sus propios intereses o a los de su líder. El Rey se equivocó en aceptar una Constitución y un régimen político que tantos males nos ha traído. Si no quería ser Rey más bien le hubiera valido abdicar, porque ahora tenemos dos reyes: uno de nombre que no sirve para nada, y otro que ha ido corrompiendo el sistema hasta conseguir el poder absoluto, igual al que tenían los reyes absolutistas donde las Cortes eran un simple brazo ejecutor de su voluntad.
Por ello, pedirles a los representantes políticos de nuestro país y a las instituciones que den publicidad de sus corrupciones, es algo impensable, y donde la mayoría de los miembros del "cuarto poder" están al servicio del líder de turno y donde si alguien es crítico se trata de acallar o manipular.
Es España tenemos un refrán (sabiduría popular) que dice: alguien vendrá que bueno te hará. Si tuvimos un dictador, otros vinieron después. Un Felipe González hambriento y pobre que nos llevó a la ruina y se hizo rico, un Aznar que nos llevó a lo más alto a nivel nacional e internacional pero que pasó sin la fuerza ni la valentía necesaria para hacer las reformas que hacían falta y que al final cayó en la trampa del nuevo y actual dictador al más puro estilo bananero, quien ya ha conseguido llevarnos a una degradación económica y social impensable hace pocos años y que a costa de su permanencia interminable en el poder no le importa llevar a este país a su ruptura territorial y a una nueva guerra civil, su meta última. Y para ello no le importa hacer uso de todos los medios a su alcance y pasar por encima de quien sea, sean pasajeros de trenes o compañeros de partido.
Pedir transparencia a una casta política corrupta es impensable hoy día. A finales de 1976 las Cortes franquistas se automutilan y dejan paso a un proceso de Transición hacia (supuestamente) un régimen democrático. Todo ello en un proceso de paz. Hoy día estamos en una situación algo parecida. Nuestro sistema parlamentario necesita de una catarsis y de una reforma profunda. A la vista de cómo nos encontramos, ¿alguien cree que nuestros políticos tendrán la sabiduría, la decencia, la honradez y el valor suficiente para hacerla?
Un pueblo unido jamás será vencido, pero ¿quién dirige a ese pueblo? Hay muchas cosas que podríamos hacer todos juntos, de forma totalmente pacífica y democrática, y cambiar todo el sistema, pero ¿quién nos dirige? La carencia de buenos líderes a lo largo de toda la Historia de España ha sido el mayor problema que ha tenido este país.