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Más opciones que nunca

El español es un electorado tan rígido y conservador que hace muy difícil la realización de la esencia de la democracia, que es la alternancia, sin necesidad de buscar ideal alguno en el partido al que se vote para echar a otro.

TheFlash dijo el día 7 de Junio de 2009 a las 12:56:

Es cierto que el electorado español padece de inmovilismo…es conformista y hooligan.
A mí votar a UPyD en las pasadas generales me ha dado algunas alegrías. La última hace unas semanas cuando R10 reclamó la devolución de las competencias de educación al Estado arrebatándoselas a las autonomías. Fue interesante ver al PP votando en contra de la propuesta. Es increíble que una sola diputada ponga en evidencia la gigantesca impostura de un PP tramposo y sin vergüenza. De todos los votos emitidos estas décadas diría que ha sido de los más rentables. Voy a repetir.

abyss dijo el día 6 de Junio de 2009 a las 19:06:

¿Libertas el de Durán? ¡Venga ya!
Ya vale de apelación al voto útil
Mi opción es la abstención, aunque a todos estos políticos chupópteros a los que Europa (y nosotros, por supuesto) les importa un rábano, les de igual
Algún día seremos muchos más que los actuales los que nos abstendremos, y algún día habrá alguien capaz de ilusionarnos, y ese día los actuales políticos tendrán que dejar la poltrona y tendrán que dejar de contestar con lugares comunes
Estamos verdaderamente HARTOS

Wyckoff dijo el día 6 de Junio de 2009 a las 18:32:

El problema de España es la falta de educación y tradición democrática que hay (unos cien años de retraso) unido al embrutecimiento de la población promovido por el poder con la intención de crear el borreguismo y clientelismo necesarios para que los demagogos se eternicen en el poder (véanse Venezuela, Cuba, Argentina, etc.).

Estamos a años luz de los países verdaderamente democráticos y por eso tenemos unos rufianes por gobernantes

JaS dijo el día 6 de Junio de 2009 a las 00:15:

¿Libertas es euroescéptico? De su decálogo para la europeas:

6.- Más integración política. Defendemos la idea de una Europa fuertemente integrada frente a la débil y asimétrica de la actualidad, que extienda a toda la Unión Europea los derechos democráticos y sociales más avanzados y donde la Comisión Europea promueva y coordine la política económica, fiscal y social. Esa integración debe incluir necesariamente una política exterior y de defensa común.