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Error cultural

El Estado vomita generación tras generación niños adoctrinados y convertidos en acémilas convencidos de que si llegan a ser maltratadores no va a ser por culpa de su propia moralidad, sino de la cultura imperante: son niños sin responsabilidades.

Arra dijo el día 28 de Agosto de 2009 a las 19:27:

Perder la religión, la moral, las costumbres como referente también se dió en la caída del imperio romano. Debe ser un mecanismo de autodestrucción de las civilizaciones, una muestra de aburrimiento por lo tradicional, de búsqueda de nuevos caminos por vías equivocadas. A lo que, sin duda, contribuyen nuestros políticos teniendo que vender algo a falta de ideas. Cayó el muro y con él los principoos socialistas. Ahora toda la política progre va encaminada a transformar la sociedad para hacerla més vulnerable. Más fácil de controlar. Una sociedad desestructurada, en la que el hedonismo y el poder es lo único que importa, se olvida del otro para centrarse exlusivamente en el yo. Es decir, los demás son sólo un instrumento más a nuestro servicio. En esas condiciones la violencia se manifiesta en cada paso porque está en la base misma de esa "nueva" sociedad. ¿Existe a caso algo más violento que la ruptura de todos los referentes?

Siempre me gustan sus reflexiones.

ongietor dijo el día 27 de Agosto de 2009 a las 13:25:

Tristemente exacto.

Vendeano dijo el día 27 de Agosto de 2009 a las 13:18:

Alguna falla interna ha de tener el órden emergente superior llamado civilización occidental para que se autodestruya de esta manera.

La conciencia independiente, la razón, la ciencia, el estado de derecho, etc., son logros evolutivos, pero la "fatal arrogancia", el "sueño de la razón" los atribuye a su constructivismo, y desprecia la profunda y sólida racionalidad de los mecanismos impersonales.

Nuestra civilización carece de algun mecanismo regulador. ¿Cuándo lo perdimos, si lo tuvimos? ¿Fué la religión? ¿Puede seguir siéndolo? ¿Si no es así, encontraremos a tiempo otro equilibrio? ¿Podremos conciliar nuestra libertad, que es nuestra fuerza, con la supervivencia?

Le sigo a Vd., don Alberto. Me encantan también sus blogs, fué una sorpresa encontrar algo así en España.