La perversión del actual modelo de enseñanza pública permite que un órgano político central, en este caso a instancias de un grupo antisistema como ERC, decida qué tipo de educación deben recibir los niños españoles con el dinero de sus padres.
EDITORIAL
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jose_lui dijo el día 6 de Diciembre de 2009 a las 11:04:
Es una consecuencia más del siniestro sistema de "escuela pública". El Estado se atribuye la potestad no sólo de fundar y operar instituciones de enseñanza sino de dictar los planes de estudio y la imposición de pintorescas asignaturas como la de "Educación para la ciudadanía" a todos en el más puro estilo nacional-socialista. Creo que como mucho la única facultad que debería tener es la de la financiación a los padres a través del "cheque escolar" o la deducción íntegra de los gastos de educación de los hijos en el IRPF. Los títulos los deberían emitir universidades libres e independientes y en otras fases de la educación por entidades privadas e independientes de homologación, tal como funcionan en la enseñanza de idiomas los TOEFL y otros títulos equivalentes. Contribuiría esto a evitarnos los escandalosos espectáculos de "dinastías" en departamentos universitarios. Los colegios profesionales deberían actuar como parte de entidades homologadoras en el acceso a profesiones como abogacía, medicina o ingeniería.
Es una consecuencia más del siniestro sistema de "escuela pública". El Estado se atribuye la potestad no sólo de fundar y operar instituciones de enseñanza sino de dictar los planes de estudio y la imposición de pintorescas asignaturas como la de "Educación para la ciudadanía" a todos en el más puro estilo nacional-socialista. Creo que como mucho la única facultad que debería tener es la de la financiación a los padres a través del "cheque escolar" o la deducción íntegra de los gastos de educación de los hijos en el IRPF. Los títulos los deberían emitir universidades libres e independientes y en otras fases de la educación por entidades privadas e independientes de homologación, tal como funcionan en la enseñanza de idiomas los TOEFL y otros títulos equivalentes. Contribuiría esto a evitarnos los escandalosos espectáculos de "dinastías" en departamentos universitarios. Los colegios profesionales deberían actuar como parte de entidades homologadoras en el acceso a profesiones como abogacía, medicina o ingeniería.