Un comentario añadido a lo dicho por ambbe00 ("un "vete a la mierda" se está pagando con 10 meses de cárcel."). Lo primero añadir, por si alguien no lo sabe aún: es así sólo si "el" se lo dice a "ella", no al contrario. Evidente injusticia y violación, en nombre de ser progre, de la Constitución Española que prohibe la discriminación por razones de sexo (los cretinitos quieren convertirlo en género).
Lo peor de todo es que la ley no evita esas situaciones por varias razones. Una es que esa es una forma más usual de hablar. Un vete a la mierda o un te mato se dicen habitualmente, en el 99% de los casos, sin mayor implicación y con un siginicado real absolutamente alejado de la textualidad y normalmente a los sumo como simples expresiones de enfado como quien dice un taco. ¡Si es que por enfado se dice!. Para colmo, amplias capas de la población poseen una formación, una educación muy baja, y ni siquiera son conscientes de la expresión que usan, menos aun de la implicación legal de usarla.
No sólo hay hombres suicidándose por culpa de las injusticias de esta ley, como se ha denunciado y evidenciado por el incremento espectacular de suicidios de hombres desde su entrada en vigor, sino que habrá probablemente casos de venganza por culpa de estas injusticias, pues aunque lo uno no justifique a lo otro, después la realidad humana es muy distinta y la reacción de venganza existe. Algunas de las agrasiones son fruto de venganzas por culpa de situacones creadas por una ley injusta y como bien se ha denunciado, los planes de "endurecer" esta ley aberrante pueden terminar en agrasiones incluso a jueces y fiscales. ¿Por qué? Porque ante la injusticia hay muchas reacciones distintas y algunas son indebidas pero SON. Es la realidad. El siguiente paso por endurecimiento puede ser cortarle la lengua por un vete a la mierda y seguirá sin solventar el problema habiendo creado en paralelo otros cientos de miles de injusticias y un respetable porcentaje de la población muda.
Lo que es injusto no puede ser justo. Lo que es discriminación positiva es negativa e injusta. Como siempre será indigerible por el progre.
¡Bravo, Sr. Serrano! Un hombre valiente entre una multitud de cobardes comprados por el establishment. Un diamante en medio de una tienda de todo a cien. Algún día nos avergonzaremos que haya leyes anticonstitucionales con la cobarde aquiescencia de todos, protegiendo a mujeres oportunistas y ventajistas sin vergüenza ni sentido de la justicia. A ver si asumimos eso que tanto decimos de que todos somos iguales. Y de que los dos géneros pueden ser violentos, porque no está en el género, sino en el ser humano.
¡viva el juez serrano!.
Lo que me entristece es la cobardía de tantos que lleva a que declaraciones como éstas tengan que ser calificadas poco menos que de heroicas
Somos miles los hombres que hemos sido víctimas del hembrismo radical de de la Vegas, Aidos y compañía. Se cuentan por centenares los hombres que cada año se suicidan por causa directa del maltrato legal. Por unos cuantos desalmados, pagamos las consecuencias muchos hombres inocentes, y con nostros nuestros hijos, que de la noche al día se quedan en estado de semi horfandad.
Para estar a salvo de esta masacre no basta con ser una persona normal que cree y practica la igualdad entre hombres y mujeres. Dependes de que tu pareja no te quiera arruinar la vida, pues la palabra de la mujer es prueba suficiente. Para colmo las penas son disparatadas: un "vete a la mierda" se está pagando con 10 meses de cárcel.
El juez Serrano tiene toda la razón. Alguien tiene que sacar de las tinieblas y el oscurantismo este genocidio de Estado practicado contra los hombres, por el mero hecho de tener entre las piernas algo políticamente incorrecto.
Esta repelente Ley de Violencia de Género parte de la premisa de que todas las mujeres están en situación de sumisión e inferioridad respecto del varón. Este principio se aplica SIEMPRE, antes de que sus señorías lean el sumario. No es de extrañar, por lo tanto, la injusticia de la mayoría de las condenas. No es de extrañar la desesperación de tantos hombres.
Todo mi apoyo, mucho animo.
¿Mi opinión?
No debería ni perder un minuto en contradiscutir los ataques personales de esos dictadorcillos. Ni se dé por aludido en sus ataques personales. No le quepa duda de que muchos le escuchamos y más aún lo harán.
Clame al cielo por la evidente injusticia de esa ley, aberrante en su denominación. Porque se le llama género al sexo entre otras razones para esquivar la evidencia constitucional de que no se puede discriminar por razones de sexo y muy claro lo dice.
Es cien por cien cierta la injusticia que denuncia y también, como usted mismo denuncia, es cierto el perjuicio para las propias mujeres, incluido el hecho de que el hombre no es un ser tonto y se vé obligado tomar medidas preventivas.
¿Es incorrecto políticamente lo que acabo de decir o escandaliza al progre? ¡Entonces voy por buen camino!, pues la verdad es que esto ya se escucha en la calle: mejor marcar muchas distancias y prudencias en las relaciones de pareja o personales, de hombres para con mujeres se entiende, para evitar los males peores causados por esa ley. Ya se ha tomado conciencia del abuso que la ley supone y se está teniendo en cuenta. Es un hecho. Y no en beneficio de la pareja, lo cual es también un perjuicio para la mujer y para la sociedad.
Más claro, agua. A usted le ha tocado lo que les toca a todos aquellos que dicen las verdades del barquero, frente a los que prefieren callar y seguir viviendo tranquilamente. El legislador al que se refiere hace tiempo que dejó de legislar y tan sólo se dedica a sacar normas populistas a la altura de su inteligencia. Estamos inmersos en un país de cobardes y así nos luce el pelo. Tiene todo mi apoyo, y no somos pocos, aunque nos tachen de fachas y retrogrados.
Señoría, estan con usted todos los españoles de bien que desean que la justicia recupere esa mayúscula que perdio en el polvo de ciertos caminos.
Los componentes del Observatorio de la violencia doméstica, las feministas radicales, muchas mujeres pijo-progres y los que predican la doctrina del pensamiento único, mientras están en el pesebre, ya no desean la igualdad entre hombre y mujer. Ahora quieren imponer la sumisión total del hombre. ¡Ya está bien de tanta farsa! ¿Hasta dónde quieren llegar?
Tengo la vaga sensación de que en el anterior código penal existían las 'agravantes' de sexo, parentesco, y cosas así, que a los progres les parecían el colmo del ridículo y de la desigualdad: las quitan, hacen un código chapucero y permisivo para todo delincuente (presunto) y luego empiezan a hacer ""leyes"" exculpatorias. Mucha chapuza es lo que hay, la de las guerras de familia es una más ¿o no?
También pasa que aquí "yo no soy nadie" es la respuesta usual de todo empleado o funcionario al ciudadano que se queja o sencillamente observa algo mejorable. Lo que antes se decía "crítica constructiva" es temido como la peste.
Gracias, juez Serrano, por "ser alguien".