Sobre el congreso es justo reconocer la labor que el CEU y sobre todo inmenso esfuerzo de su organizador D.Cayetano por tratar de dar a las víctimas el reconocimiento y el cariño que durante tantos años hemos callado, pero como Vd. no llego a entender cómo se puede invitar una vez tras otra a ese personaje que desde que llegó a presidente lo que primero hizo fué disferenciar a unas víctimas de otras para insultar y olvidar después, y qué decir de Rubalgaba ministro del chivatazo.
Creo que habría sido interesante que Vd., el Sr.Alcaraz y también el Sr.Ortega Lara hubiesen asistido, así podrían haber dicho personalmente lo que piensan de lo que está pasando y como se ha desactivado la Rebelión Cívica.
Del Sr.Casquero nádie espera nada pero sí que a mí me ha defraudado la vicepresidenta de la AVT se vé que el tiempo sino cura al menos alívia las heridas y yá no queremos saber y nos conformamos con lo que nos dice la sentencia.
También quiero reflexionar y pensar que a Mª Jesus ayer en Veo TV, cuando un periodista rastrero ( siento el calificativo pero es así) descalificaba y ofendía a D.José Alcaraz, no pudo replicarle en su defensa, sé que se aprecian pero a veces las formas y la educación hay que dejarlas para quién son dignas de ellas.
NUNCA OLVIDAREMOS LO INOLVIDABLE
Magnífico relato de los hechos, me ha encantado tanta inteligencia y gracia al servicio de la verdad!
Ya no es cosa corriente, la verdad.
"Llama la atención la presencia en el Comité de Honor del mismísimo don Alfredo Pérez Rubalcaba en calidad de ministro del Interior;"
Comentario: Estoy contigo, el detalle de Rubalcaba solo tiene explicación desde ese punto de vista del BUENISMO, en realidad "malismo" que debe ser un efecto contagioso.
En este caso el buenismo consiste en mezclar a las vćtimas con sus agresores, si, si, agresores; hay que reconocer que es demasiado.
"No he de callar, por más que con el dedo, /ya tocando la boca, ya la frente/ silencio avises o amenaces miedo"
¡¡Chapeau¡¡.
Enhorabuena por su sinceridad, por abrirnos los ojos ante tanta impostura y por su valentía.
Decir la verdad en este p... páis es hoy un acto de pura valentía y arrojo.
Enhorabuena.
Con un par, y a los apesebrados y dóciles mansos que ahora llevan las riendas, ¿o les llevan a ellos?, que les vayan dando canapies, pero que tengan cuidado y no se atraganten, que seguro que están mohosos y emponzoñados.