Cave mas vergüenza que en una nación, la Constitución votada por todos los Españoles se la estén pasando por el forro y que nadie diga ni mu. Donde están los que han de salvaguardarla y hacer cumplir sus leyes, que es lo que quieren que hagamos, como en Cuba que nos estemos pegando los unos a los otros para que la clase política vivan de P...madre, por que además de imponernos los idiomas minoritarios ahora salen los que han de formar follon para que un juez que pide dinero supuestamente a empresas por la cara se vaya de rositas
Escuché a Federico decir que fue Recarte quien le advirtió, ante su sorpresa: "no habrá sentencia". La idea de Mas va en ese sentido.
Sr. Dupuy, con todo el respeto,
¿Qué equilibrio de poderes? ¿Qué democracia?
Le diría más: estemos agradecidos a estos descaros de los políticos, evidencian lo que normalmente ocurre bajo las mesas del Régimen.
¿Cree Vd. que hay algo más que un paripé (*) detrás de lo que se llamó Transición, y que con los años ha ido desnudándose para verse de una manera más cruda?
Lo sabíamos todos, pero el profesor Neira lo pone negro sobre blanco en su libro. Se hurtó al pueblo español un período constituyente, se le dió una Carta Otorgada, no una Constitución, se les plantó delante un texto negociado bajo la mesa para salvar determinados intereses.
Con el tiempo todo ha degenerado, la máquina constitucional es defectuosa y nos hace rehenes de los nacionalistas, justamente de quienes quieren destruir la nación.
¿No es el momento de plantear de una vez a la parte sana que aún queda del pueblo español y de sus élites, de plantearles tirar a la basura la Santa Transición, 30 años despilfarrados en estúpido experimento, y redactar una nueva Constitución inspirada en bien experimentados principios de buen funcionamiento democrático?
¿No tienen nada que decir las élites, no quieren hablar claro a la nación, decir de una vez que el rey está desnudo y que esto se hunde irremediablemente si no reaccionamos ya?
(*) paripé: dícese de aquello que el timador y timado saben que es un engaño, pero mantienen las formas por el qué dirán.