Es necesario, pues, salvar a las otras lenguas de España de los proxenetas que las prostituyen en el Senado.
Agapito Maestre
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lluviaen dijo el día 30 de Abril de 2010 a las 10:57:
No quiero la república por moda o por cambiar de aires.
No quiero la república por revancha, ni para volver a las andadas.
Quiero la república para que no importe la cuna ni la madre que le trajo al mundo, para elegir a cualquiera, vaya ser el Jefe del Estado y de las Fuerzas Armadas o el Alcalde de la pedanía más pequeña de España.
Quiero la república para que los partidos políticos no manipulen, rebajen, malinterpreten, disfracen o se burlen de la voluntad popular.
Quiero la república para que la voluntad popular pueda manifestarse inapelable, sin intermediarios impuestos por los partidos y sin componendas post-electorales.
Quiero la república por eficacia, eficiencia y austeridad, para ahorrar a los contribuyentes los fastuosos gastos de la Casa Real y su entorno, del Senado y de las Comunidades Autónomas.
Quiero la república porque para respetar la cultura, costumbres e idiosincrasia de cada pueblo de España no es preciso el empacho de instituciones y altos cargos que axfisian al contribuyente.
Quiero la república para que se ocupe de lo que verdaderamente me interesa, Libertad, Justicia, Sanidad, Educación, Vivienda, Familia, Trabajo, Protección Social, Seguridad Ciudadana, Convivencia y Respeto en las relaciones exteriores.
Quiero la república para que exista una verdadera separación y respeto entre el Gobierno, la Justicia y quienes hacen las leyes en el Parlamento.
Quiero la república para que exista una verdadera libertad de expresión pública de cualquier idea, por extravagante que pueda parecerle al poder.
Quiero la república para que exista una verdadera protección al honor y a la vida privada e íntima de cualquier persona, sea de sangre azul o vagabundo.
Quiero la república para que los delitos contra la integridad física de las personas, asesinatos, homicidios, violaciones, pederastia, maltratos, sean castigados severamente y los condenados cumplan íntegramente las penas.
Quiero la república para que los condenados por pequeños delitos tengan otra oportunidad de insertarse en la sociedad, mediante desintoxicación de drogadictos, formación profesional en las prisiones y redención de penas.
No quiero la república por moda o por cambiar de aires.
No quiero la república por revancha, ni para volver a las andadas.
Quiero la república para que no importe la cuna ni la madre que le trajo al mundo, para elegir a cualquiera, vaya ser el Jefe del Estado y de las Fuerzas Armadas o el Alcalde de la pedanía más pequeña de España.
Quiero la república para que los partidos políticos no manipulen, rebajen, malinterpreten, disfracen o se burlen de la voluntad popular.
Quiero la república para que la voluntad popular pueda manifestarse inapelable, sin intermediarios impuestos por los partidos y sin componendas post-electorales.
Quiero la república por eficacia, eficiencia y austeridad, para ahorrar a los contribuyentes los fastuosos gastos de la Casa Real y su entorno, del Senado y de las Comunidades Autónomas.
Quiero la república porque para respetar la cultura, costumbres e idiosincrasia de cada pueblo de España no es preciso el empacho de instituciones y altos cargos que axfisian al contribuyente.
Quiero la república para que se ocupe de lo que verdaderamente me interesa, Libertad, Justicia, Sanidad, Educación, Vivienda, Familia, Trabajo, Protección Social, Seguridad Ciudadana, Convivencia y Respeto en las relaciones exteriores.
Quiero la república para que exista una verdadera separación y respeto entre el Gobierno, la Justicia y quienes hacen las leyes en el Parlamento.
Quiero la república para que exista una verdadera libertad de expresión pública de cualquier idea, por extravagante que pueda parecerle al poder.
Quiero la república para que exista una verdadera protección al honor y a la vida privada e íntima de cualquier persona, sea de sangre azul o vagabundo.
Quiero la república para que los delitos contra la integridad física de las personas, asesinatos, homicidios, violaciones, pederastia, maltratos, sean castigados severamente y los condenados cumplan íntegramente las penas.
Quiero la república para que los condenados por pequeños delitos tengan otra oportunidad de insertarse en la sociedad, mediante desintoxicación de drogadictos, formación profesional en las prisiones y redención de penas.