La democracia no es carecer de opinión o negarla, no es cerrar los ojos a los fallos del sistema. Es todo lo contrario: la única manera de vivificar la democracia es que el ciudadano critique, que critique siempre.
lluviaen dijo el día 21 de Mayo de 2010 a las 00:42:
La democracia en la España actual no existe y no existe porque nació muerta de los pactos entre las diversas facciones políticas tras la muerte del “Patas cortas”, fue realmente un aborto, y algo no nacido no puede existir, lo mismo si se trata de un sistema político, una idea o un ser vivo; y por si podía existir alguna posibilidad de con el paso del tiempo pudiese levantarse un edificio verdaderamente democrático en la forma del estado, llegó el 23-F, y el Felón y sus secuaces se ocuparon de arrasar cualquier discrepancia, a partir de ahí corrupción a todos los niveles, potenciar la ignorancia y la incultura de los españoles con la inestimable colaboración de los medios y un ejército de periodistas su servicio. España es una dictadura de baja intensidad, se puede votar a las listas que los partidos han confeccionado y opinar siempre que no cuestiones el sistema, al que discrepa y lo hace de forma notoria se le anula, aplicándosele –eso sí- las mecanismos de los que se han dotado para dar una apariencia democrática a su Cortijo-Estado. Solo cabe la vía de la insurrección para poder salir de ésta situación, y visto lo visto, -parecemos un rebaño de reses dirigidas al matadero-, dudo de que alguna vez seamos capaces de echarle huevos, liarnos la manta y acabar con este estado de cosas.
La democracia en la España actual no existe y no existe porque nació muerta de los pactos entre las diversas facciones políticas tras la muerte del “Patas cortas”, fue realmente un aborto, y algo no nacido no puede existir, lo mismo si se trata de un sistema político, una idea o un ser vivo; y por si podía existir alguna posibilidad de con el paso del tiempo pudiese levantarse un edificio verdaderamente democrático en la forma del estado, llegó el 23-F, y el Felón y sus secuaces se ocuparon de arrasar cualquier discrepancia, a partir de ahí corrupción a todos los niveles, potenciar la ignorancia y la incultura de los españoles con la inestimable colaboración de los medios y un ejército de periodistas su servicio. España es una dictadura de baja intensidad, se puede votar a las listas que los partidos han confeccionado y opinar siempre que no cuestiones el sistema, al que discrepa y lo hace de forma notoria se le anula, aplicándosele –eso sí- las mecanismos de los que se han dotado para dar una apariencia democrática a su Cortijo-Estado. Solo cabe la vía de la insurrección para poder salir de ésta situación, y visto lo visto, -parecemos un rebaño de reses dirigidas al matadero-, dudo de que alguna vez seamos capaces de echarle huevos, liarnos la manta y acabar con este estado de cosas.