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Cuando la tragedia es nuestra

Es extraño que nos conmovamos por nuestros muertos cercanos y metabolicemos con indiferencia los lejanos. Unos y otros son desconocidos, pero la congoja que su destino deja en nosotros es diferente porque nos afecta de distinta manera.

rafa4 dijo el día 25 de Junio de 2010 a las 18:14:

Totalmente de acuerdo. Es cierto que en medio de la masa el ser humano cambia de comportamiento pero también lo es que en la medida en que la norma se interioriza esta tiene un efecto de contención.
Con ver las imágenes de los periódicos se ve por donde irán los tiros. Los primeros que saltaron presentados como héroes que salvaron sus vidas y no como personas que se torearon una norma con funestas consecuencias para los que venían detras y que podria haber sido peor si huebiera descarrilado el tren. ·30 cuerpos de 80 kilos en una via no es una piedrecita.
En primer lugar se debería multar severamente a los que saltaron si no queremos que el saltar las vias acabe siendo un deporte nacional para unos adolescentes que les viene al pelo sentirse héroes.

Cehegine dijo el día 25 de Junio de 2010 a las 15:54:

Después del shock y de las primeras lamentaciones, el pesar y la angustia por esos chicos y sus familias, yo también he llegado a la misma conclusión: no estamos educando a nuestros hijos para hacer frente a la vida, con toda responsabilidad.

Les hemos dicho demasiado a menudo que todo vale, que no hay reglas ni fronteras, y ellos -ingénuos - apoyados en esa mentira, se han lanzado a una vida felíz, pero despiadada.

Hemos de cambiar algo, porque ésto no funciona...

ANS dijo el día 25 de Junio de 2010 a las 15:30:

Es evidente que hubo un acto de imprudencia temeraria de los que cruzaron las vias, pero no es menos cierto que en Castelldefels los Organismos competentes saben de sobra que dicho riesgo lo asumen a diario muchas personas. Por tanto, al tratarse de la popular verbena San Juan, los "cabeza pensantes" deberían de haber establecido un sistema de seguridad especial con megafonias extras informando sobre la llegada de los trenes, agentes de seguridad durante bastantes horas antes, etc. Se bajaron casi 200 chicos a las 23.30h en un andén, el tunel subterráneo estaba atascado de gente y el paso elevado estaba cerrado. Así que, además de la imprudencia de los fallecidos y malheridos, hubo un delito de NEGLIGENCIA y MALA PRAXIS por parte de los mandatarios locales.