Que cientos de usuarios de Twitter expresen su opinión sobre una votación no implica que representen a los españoles en su conjunto, pero tampoco supone una injerencia en el trabajo del Senado.
Antonio José Chinchetru
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gracian dijo el día 20 de Noviembre de 2010 a las 13:35:
Es que esto es España, don Antonio, ¿qué se creía usté? y según inveterada tradición las sagradas instituciones ante todo deben ser percibidas como arcanos inaccesibles para el común y sólo aptos para iniciados.
¿Control de los políticos?
¡Hasta ahí podíamos llegar!
El ciudadano sólo está autorizado a confirmar cada cuatro años aquellos delegados ideológicos que le son indicados por las cúpulas partidistas para que sean éstos junto al líder máximo de cada facción en liza quienes dosifiquen el recto entendimiento de las palabras-arcano que enmascaren la santificación ritual de todo el tinglado.
La bondad intrínseca de tales manejos no es objeto de cuestionamiento y la simple tentación de ceder al escrutinio de extraños resulta intolerable, pues de hecho se acepta y fomenta la servidumbre ciudadana de asentir sin asomo de duda ni vacilación alguna a los designios que los iniciados tengan a bien de exteriorizar en cada momento.
¡Ay de aquél que ose perturbar ese reptante silencio sepulcral que se impone de facto los cuatro años siguientes a cada elección!
Los ciudadanos asienten y sólo los políticos cuestionan ese es el reparto de papeles.
PS.-Tengo para mí que los "sanadores" del reino se ofenderán por estas líneas, pero no por su contenido, que en absoluto les concierne, sino porque osa designar al senado como cámara baja , lo que en su mentalidad corporativa equivale a privarles de las altas cimas inherentes a su elevada condición de miembros de la más alta cámara de la nación. Me temo que le llamarán cuándo menos ignorante y sino al tiempo.
Es que esto es España, don Antonio, ¿qué se creía usté? y según inveterada tradición las sagradas instituciones ante todo deben ser percibidas como arcanos inaccesibles para el común y sólo aptos para iniciados.
¿Control de los políticos?
¡Hasta ahí podíamos llegar!
El ciudadano sólo está autorizado a confirmar cada cuatro años aquellos delegados ideológicos que le son indicados por las cúpulas partidistas para que sean éstos junto al líder máximo de cada facción en liza quienes dosifiquen el recto entendimiento de las palabras-arcano que enmascaren la santificación ritual de todo el tinglado.
La bondad intrínseca de tales manejos no es objeto de cuestionamiento y la simple tentación de ceder al escrutinio de extraños resulta intolerable, pues de hecho se acepta y fomenta la servidumbre ciudadana de asentir sin asomo de duda ni vacilación alguna a los designios que los iniciados tengan a bien de exteriorizar en cada momento.
¡Ay de aquél que ose perturbar ese reptante silencio sepulcral que se impone de facto los cuatro años siguientes a cada elección!
Los ciudadanos asienten y sólo los políticos cuestionan ese es el reparto de papeles.
PS.-Tengo para mí que los "sanadores" del reino se ofenderán por estas líneas, pero no por su contenido, que en absoluto les concierne, sino porque osa designar al senado como cámara baja , lo que en su mentalidad corporativa equivale a privarles de las altas cimas inherentes a su elevada condición de miembros de la más alta cámara de la nación. Me temo que le llamarán cuándo menos ignorante y sino al tiempo.