Don Jorge, ¿nos hemos vuelto todos locos? Lo digo porque considerar la catalunya trionfant como un SOCIEDAD MODERNA, tiene mucha guasa. Feliz día de los Santos Inocentes...
En Madrid existe una dificultad congénita para entender esto del nacionalismo, catalanismo, o como se le quiera llamar. Y como en tantas cosas, la clave hay que buscarla en cosas simples, primitivas, presentadas en los textos más antiguos de la Humanidad. El problema con el catalanismo actual (que no es el de Prat de la Riba) es lo que la Biblia explicó como la maldición de Babel. Una cuestión que está en los instintos más básicos del ser humano. El franquismo como período histórico, no como régimen, ganó por goleada al catalanismo por la simple cuestión demográfica: la sociedad que vive y trabaja en el área metropolitana de Barcelona era al final del franquismo una mezcla de toda España que se había integrado perfectamente (entendiendo por integrarse, no el agregarse a una gran sardana, sino el poder ganarse la vida y entenderse con los vecinos) gracias a una lengua común española, quedando el catalán como una lengua coloquial de las familias en las que se daba la circunstancia de tener poca mezcla familiar con el resto de España. Cuando se produjo la transición, los sectores sociales resentidos por esa situación, capitaneados por Jordi Pujol, sentaron las bases del nacionalismo postfranquista y lo establecieron como doctrina única de la acción política en Cataluña, poniendo todos los esfuerzos que estén de su parte para impedir que prospere cualquier otra visión de las cosas. Por tanto, no hay que sorprenderse de que el nacionalismo de Pujol fuera sustituído por el nacionalismo de Maragall, con el paréntesis patético del converso Montilla, para volver al nacionalismo de Mas apoyado cuando haga falta por el nacionalismo del PSC

Un referéndum de independencia y listo.
Se les suben los mismísimos a la garganta. Y después de que lo pierdan, a quitarles competencias y se acabó la tontería.
Y sistema bipartidista, sin chantajismos pueblerinos.
Pero faltan políticos con valor.