No seamos hipócritas; lo que molesta es el tonillo. Pepiño, se presta al tonillo despectivo, como también un "Don José", dicho con retintín. El hecho y el dicho parecen más graves cuando al personaje aludido, por su físico o por sus actos, le acomodan bien, por semejanza o por contraste, los apelativos, con sus tonillos. De estos usos intencionales, y de sus variantes, como hablar de un tal Pérez, para referirse a Rubalcaba, o de otro tal Rodríguez, para Zapatero, están llenas las alocuciones de los políticos entre sí. Pienso, ¡qué menos que eso se merecen!. La Sra. Valenciano no debería quejarse. Probablemente, será peor el remedio que la enfermedad. Ya se verá.
Muy bien Dña Cristina , que la Nena Valenciano ,mindundi donde las haya , se moleste ,junto con el Pepiño de profesión insultador como su antecesor al mando de esa tribu , el que decía lo de "tahur del Misisipi" tiene gracia.
La rabieta de Elenita Valenciano me recuerda a cierta frase de Himmler: «Yo decido quién es judío y quién no lo es». Por tanto, aplicándola a la pesoe, «ellos deciden qué es respetuoso y qué no lo es». Es decir que ellos pueden decidir que respecto a tí es respetuoso lo que para tí puede ser un insulto, ¡y a callar! (toma talante).
Respecto del tuteo, anota el profesor Díaz-Plaja que puede tener un componente muy despectivo («El español y los siete pecados capitales», ed. 1992, p. 30), porque «recuerda la forma en que todavía muchos españoles tratan al servicio y es, por tanto, un síntoma de desprecio y no de confianza entre iguales».
¡Quién de trapo pasa a toalla!...