La historia es muy sencilla, hemos vuelto a unos tiempos "nuevos" que son "mas de lo mismo" de sucesos que pasaban hace unos 5000 años, donde las gentes adoraban a dioses varios y a sus faraones que hacían que todos los que mendigaban en sus territorios trabajaran de sol a sol (de Ra a Ra) por un plato de lentejas de la época.
Se le sacaba el salario al pobre para que los nuevos ricos de la corte del faraón vivieran enjoyados, creidos en su divinidad, y construyendo piramides de opulencia a costa del esclavo trabajo y escaso salario del explotado ciudadano.
¿Acabaremos como hace dos mil años en tiempos de los romanos encadenados a un palo cultivando las tierras si o si, que ellos mismos han hecho que dejen de ser rentables?.
Los liberalotes todo lo resuelven con privatizar. Los coñomunistoides lo hacían con nacionalización y etc. Por ahí hay ejemplos de televisiones públicas que no son partidistas. En lugar de la paranoia "privatizadora", podrían pensar en "perfeccionar".
Dice Mariano Rajoy que sí, que sí, que es una prioridad muy urgente, que de momento todas las televisiones públicas de las comunidades donde gobierna el PP van a ser INMEDIATAMENTE privatizadas. Lo ha dicho, lo ha dicho, o lo ha pensado... o no... nada, nada: que ahora no toca pensar en eso.
Bien está que un medio de comunicación se preocupe del sectarismo informativo y lo denuncie, que de eso debe saber mucho. Pero, sectarismos institucionalizados, también a costa del contribuyente, los tenemos en la praxis política, las administraciones públicas, dispensadoras de estímulos y subvenciones varias, y en la acción sindical. No creo que esta nuestra situación se mejore sustancialmente con medidas legislativas, sean liberizadoras o estatalizadoras. El sectarismo informativo sería el menos grave de todos ellos, ya que, en definitiva, la mercancía que nos ofrecen, en forma de mensajes, la tomamos o la dejamos libremente según nuestro criterio personal. Es en la conformación de este criterio, esencial en democracia, en lo que nuestra sociedad, y cada uno de nosotros, debería incidir, que no adoctrinar. Se necesitará mucho tiempo y varias generaciones siguiendo ese camino, pero no hay atajos.