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El 15-M contra los indignados del 22-M

Estos del 15-M son indignados de pacotilla. Para empezar, son cuatro gatos comparados con los millones de ciudadanos indignados que el pasado 22 de mayo inflingieron pacíficamente al PSOE el mayor castigo electoral que haya recibido un partido político.

inthecag dijo el día 22 de Junio de 2011 a las 09:38:

pablocj, no se puede resumir en menos palabras la realidad. Completamente de acuerdo.

asolado dijo el día 21 de Junio de 2011 a las 20:49:

Lo siento pero me ocurre lo mismo que al entrenador del Real Madrid, solo acierto a preguntarme ¿Por qué?
La culpa creo que la tienen la inmensa mayoría de los periodistas de opinión. Salvando poquitas excepciones a los que casi nadie oye o lee, abundan dos grupos perfectamente definidos: los de la progresía izquierdista y los de la progresía liberal.
Los primeros tratan de justificar para capitalizar, el movimiento “indignados” sin distinción de marcas, sectores o sectas y casi todos, justificando los medios; los segundos pretenden discernir entre buenos y malos aunque en el fondo no justifican los medios. Todo es un brindis al Sol.
En España lo que pasa y nadie quiere enterarse, es que la curva de gauss política, esta deformada a la izquierda y esto huele a izquierda que apesta.
En Francia hay un Lepen a quien hoy, políticamente, ha heredado su hija y esa extrema derecha, obliga a la derecha normal a ponerse las pilas no solo en economía, que también, en filosofía política. Les remito al discurso de investidura de Zarkosi y a la negativa de la Asamblea francesa al matrimonio homosexual.
Aquí, tras el PP, hay votos de la derecha coaccionada por el mal menor, pero deja en el camino a muchos de ellos que califican a los peperos de gargantas profundas, votos que se pierden en partidos menores o en abstención. El PP declarandose de centro, elude cuanto puede la claridad de convicciones en asuntos de orden social, espiritual y territorial, solo se amarra como a un clavo a la gestión económica, única que parece preocuparle.
No se trata de abogar por una extrema derecha, que a mi juicio, ni la hubo nunca más allá de pequeñísimos grupos marginales sin vocación ni idea política, ni va con nuestro talante. Se trata de que el partido que aglutina la oposición a la izquierda, sea consciente de que necesita esos votos que se quedan en el camino por su poca claridad en esas cuestiones a las que los conservadores, ni quieren ni pueden renunciar, como es la familia, el aborto, la educación de los hijos, la unidad de España y tantas otras, que el PP, en el mejor de los casos, remite a un Tribunal Constitucional en el que nadie cree hoy día.
O el PP se pone las pilas, o cada día le será más difícil, si no hay una crisis económica importante, ser alternativa de gobierno en una España volcada a la izquierda. O con tanta abundancia progre en ambas orillas.

Erbilyos dijo el día 21 de Junio de 2011 a las 12:46:

Pablocj, es que el socialismo es una fe, y actúa de manera similar sobre la mente humana.

"Aunque él me quitare la vida, en él confiaré." Job 13: 15.

Además, ya lo dijo Churchill:

"El socialismo es la filosofía del fracaso, el CREDO de la ignorancia y la prédica de la envidia; su virtud inherente es la distribución igualitaria de la miseria."



rima dijo el día 21 de Junio de 2011 a las 11:35:


El mantra, es el mismo, cada vez que gobierna el PSOE, "todos los politicos son iguales", metiendo en el mismo saco a todos, cuando gobernó la derecha, los malos solo eran ellos, los politicos de derecha

MrHyde dijo el día 21 de Junio de 2011 a las 08:32:

Vale, señor Dupuy..
Y entonces ¿que sugiere?
¿Que no votemos al PP para que las protestas no suban de tono?
¿Que solo el PSOE garantiza la paz social?

pablocj dijo el día 20 de Junio de 2011 a las 22:09:

Lo que le pasa a los indignantes, es que es muy duro ver cómo aquello en lo que has creído, ciega y dogmáticamente, toda tu vida(el socialismo), se desmorona y muestra ser un fracaso.
Ver cómo tu religión (la marxista) es una hecatombe que sólo genera miseria debe de ser una bofetada tan difícil de aguantar que tienen que buscar otros culpables antes de reconocer su fracaso.
Lo de los tontos útiles es comida a parte.