Yo añadiría que los gilipollas no es un personaje exclusivo de la izquierda. Abunda ahi, como bien explica Pablo, pero la agresividad contra Pau Gassol mostrada por Intereconomía es tan gilipollas como la mostrada por la progrez contra Russian Red. Los deportistas o los músicos son buenos, si lo son, en sus campos, y su opinión política es irrelevante. Y si no hubiera periodistas gilipollas que les preguntan por cosas distintas a su talento y oficio, no habría polémica entre lectores gilipollas como nosotros.
Yo añadiría que los gilipollas no es un personaje exclusivo de la izquierda. Abunda ahi, como bien explica Pablo, pero la agresividad contra Pau Gassol mostrada por Intereconomía es tan gilipollas como la mostrada por la progrez contra Russian Red. Los deportistas o los músicos son buenos, si lo son, en sus campos, y su opinión política es irrelevante. Y si no hubiera periodistas gilipollas que les preguntan por cosas distintas a su talento y oficio, no habría polémica entre lectores gilipollas como nosotros.
¿Qué les parece poner en el Gran libro de los insultos, o tal vez en el de "las definiciones", en esa entrada al ínclito GARZÓN que parece que ahora va de adalid de los "indignados" y hasta parece ser que pretender fundar con ellos un partido de "indignatarios"?
¿Desde luego para poner una foto, mejor un "colage" de fotos, porque hay para poner... ¡puf!... "cienes y cienes".
De todas formas, no es exclusiva de la izquierda.. que en la derecha mariacomplejada hay también buen número de gilipuertas algunos ("y algunas", por decirlo a la manera "progresista" que tanto parece gustarles "y gustarlas") hasta con balcones ("y balconas") a la calle ("y calla"). ;-) . La diferencia es que los de derechas no dan carnés de gilipoyas y los de izquierdas, hasta cuando se miran al espejo, no ven otra cosa. Cosas de la "indignancia" (gilipolleril).
A la verdad y sensatez de sus análisis, se une siempre el sentido del humor, y se lo agradezco mucho, a menudo la política te encabrona de tal manera, que te amarga y deprime sin remedio..., leyendo sus artículos, uno es consciente del grado de deterioro y tontería infinita en el que estamos, pero esa sonrisa (a veces carcajada) que consigue usted sacarnos, nos da pequeñas treguas, pequeños momentos felices en los que la alegría vuelve por un momento a nuestras caras, lo que tiene mérito con los asuntos políticos que nos ocupan...
Grave error, don Pablo; no son gilipollas, son sinvergüenzas, vengativos,fracasados en sus vidas privadas, resentidos contra la gente noble y realizada a la que envidian tanto como odian, mezquinos, y un largo etcétera de vomitivas cualidades. Y de estos gilipollas, en ESPAÑA, tenemos millones...
Estoy de acuerdo con Pablo. Hay tantos gilipollas volando que no dejan pasar los rayos de sol. Este país está a oscuras. No hay solución.