Sí, Emilio, "sin cartera", pero secretario general del PSOE, "in péctore" -lo que no es moco de pavo-. Está claro que, antes de asumir la candidatura, ha obtenido el "facto" de los plenos poderes. Nadie dentro de la "Nomenklatura" del Partido se le va a oponer antes del 20-N. Y después, ya se verá.
El "puteo" de los políticos a los funcionarios no tiene arreglo si éstos no se oponen organizadamente, y resistiéndose a las llamadas de los sindicatos de clase, pero no de la suya. Si lo hicieran -en cierto modo, ya lo vienen haciendo, al menos dentro de las fuerzas de seguridad- tienen más poder -basado en la competencia versus la ignorancia- del que comúnmente se cree. Hablo por cierta experiencia personal. Claro que habrá otras opiniones opuestas. La pelota está en el tejado de ellos, funcionarios, y no esperar a que la juegue el partido de la Oposición; que, adoleciendo de los mismos vicios, no sería lo suyo, sino, más bien, lo contrario.
Erróneamente he tomado a Rubalcaba por el "ministro sin cartera", cuando Emilio se refería a Camacho. Insistiendo en el error, Camacho sería la "cartera sin ministerio".