Nunca desde que Guardiola es técnico del Barcelona estuvo el Real Madrid tan lejos. No es que esté demasiado lejos, pero ya es algo para este Madrid de Mourinho que le saca tres puntos al Barça por primera vez en tres años y medio. La última vez que sucedió eso fue en mayo de 2008 y la diferencia era casi de veinte puntos en la liga de Schuster, una temporada infame para los azulgrana en el último año de Rijkaard.
Por eso las conclusiones han de ser positivas. El Madrid juega muy bien al fútbol y además es muy contundente. Ha hecho 39 goles en la Liga, una cifra escandalosa con ritmo de no parar hasta los 120 goles. Pero Mourinho, el domingo, se quedó con la parte negativa del partido, que tampoco lo es, que es sólo sensación del míster portugués pero lo tuvo que decir en rueda de prensa. No se puede callar. "La afición ha estado fría". ¡Vamos, José, que para ser las doce el ambiente era increíble!
Pequeñeces fuera, queda la esencia de que el Madrid está tremendo, como queda también la sensación de que el Barça sufre este año fuera de casa. Tres empates y dos victorias, ambas por 0-1. Si miramos los partidos en Gijón y Granada, donde los catalanes ganaron, fueron encuentros cómodos, pero la sensación queda ahí. No es lo mismo fuera que en casa. Algo pasa.
Y puede pasar que, salvo el partido en San Sebastián donde los de Guardiola hicieron el tonto, los rivales no han sido fáciles. El Barça ha tenido que pasar por Valencia y Bilbao. No ha ganado y, tanto en Mestalla como en San Mamés, ha encajado dos goles y los partidos han ido siempre por el mismo derrotero. Siempre se ha por delante el local y el Barça ha tenido que ir a remolque. En La Catedral pudo perder perfectamente y se encontró, de rebote, con el empate en el descuento.
No es tontería que el clásico sea este año antes en el Bernabéu. Si los azulgrana se mantienen a esta distancia tienen un problema serio. Si caen derrotados en La Castellana, estarán a seis puntos. Demasiado como está la Liga. También pueden ganar, por supuesto, pero la sensación ya es distinta a todos estos años. El Madrid tiene la oportunidad de dar un golpe en la mesa. A eso no estaba acostumbrado el Barça estos últimos tiempos.
No me quiero dejar en el tintero la broma de partido que ofreció a sus seguidores el Atlético de Madrid. No puede ser. Es ilógico y hasta paranormal cambiar de imagen tanto de un jueves a un domingo. Vapulear sin paliativos al colíder del Calcio y, tres días después, hacer el ridículo en casa del hasta ahora colista de la Liga española. Se exige una explicación más seria que la típica de "esto es el Atlético, es el pupas". Por favor, la historia de esta institución exige una explicación más allá de esta chorrada. Claro que la institución está enferma desde 1992. Por algo será, como escribía alguien en Twitter, que en 20 años sólo dos personas se mantengan en el club, cuando todo lo demás ha cambiado en innumerables ocasiones. Y están arriba. Demasiado para que esto sea serio.