Sí, señora. Los pies tienen que estar cómodos.
Un poco de talsoterapia, un baño de chocolate, y a votar... o no.
Gran trabajo. Qué pena tendrá Mimosín de perderte de vista.
¡Viva Ketty Garat!
Pues si que hay un cierto síndrome de Estocolmo en los periodistas que informan de las campañas. Al final la mayoría se convierten en propagandistas de los partidos. No es bueno eso de ir tan mezclados...
Pues si no crees en el Síndrome de Estocolmo, ¿ a qué lo nombras y titulas?... No viene al caso. La carta bien, pero acompañar a Rubalcaba, menudo Via Crucis.

Creo que cada cual y cada quien debe escoger su camino siempre que le sea posible, y a usted o a ti, te es posible, porque eres una mujer luchadora fiel y valiente, y con estas premisas es bueno que cites lo del síndrome de Estocolmo, porque ese síndrome es un modo de exponer que hay que ceder para poder ser, y disculparse, por si se pierde la personalidad, y tu, sin embargo nunca la perdiste.
No esperaba menos de ti. ¡Ánimo que el mundo al estar repleto de cobardes, precisa de mujeres valientes como tú... sin ir más lejos!
Que mi Dios te bendiga y te guarde