A mi me preocupa más el neo-lisenkoismo. Lo que piensen los islamistas, los judíos ortodoxos o los del "Bible Belt" norteamericano está evidentemente sesgado por su religión y pocos fuera de ella les hacen caso.
Es cuando los políticos, sobre todo de izquierda, se meten a apoyar cualquier cosa "new age" porque suena bonito y va contra el capitalismo, las empresas o la vertiente científica occidental que empiezan a sacar de la manga leyes que nos afectan.
La teoría de la evolución en nuestro tiempo es un ariete de la izquierda contra el cristianismo (estos valientes no se atreven contra el Islamismo), pero hace pocas décadas esa misma izquierda la rechazaba porque eso de la supervivencia del más apto no les parecía igualitario.
¡Buen artículo, pardiez!