El contenido de la grabación sobre el supuesto amaño de expedientes en la empresa de la Junta de Andalucía es lo bastante grave como para que la Justicia investigue a fondo este nuevo foco de sospecha de corrupción en el seno del Gobierno de José Antonio
EDITORIAL
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Senex dijo el día 6 de Marzo de 2012 a las 10:53:
Es una conjetura ampliamente verosímil que la grabación sea auténtica; no lo es, que Cantos actuara por despecho, consecuente a su despido; ya que éste es posterior a la grabación, que tiene toda la pinta de una emboscada. Los actores son bien característicos -casi paradigmáticos en el mapa socio-político andaluz actual-. Uno, retoño de una larga saga familiar de alta clase media jerezana, formado en las mejores y más comprometidas -en lo suyo- escuelas profesionales nacionales y extranjeras; la otra, excesivamente joven para la función que se le había asignado -cuyo perfil
anatómico, político, sociológico y "mentalístico" me recuerda a nuestra, ahora, alejada Bibiana-, atolondrada inconsciente de a quién le decía lo que parece que ha dicho. Pues bien, muchos sabemos que la "ética" de Laura, ciertamente abominable, aireada en la grabación de marras, es la que circula entre los ejecutivos de la Junta andaluza, siendo condición necesaria y suficiente para acceder a cualquier responsabilidad en su organigrama, incluso a la más modesta. Eso escrito, si el comportamiento de Cristóbal ha sido el que me parece, obviando su aparente honestidad, confío en que no sea representativo del de los que nos gobiernen en los próximos años. Me vienen a la memoria ciertos dichos que relacionan la "mala baba" con el "señoritismo" andaluz.
Es una conjetura ampliamente verosímil que la grabación sea auténtica; no lo es, que Cantos actuara por despecho, consecuente a su despido; ya que éste es posterior a la grabación, que tiene toda la pinta de una emboscada. Los actores son bien característicos -casi paradigmáticos en el mapa socio-político andaluz actual-. Uno, retoño de una larga saga familiar de alta clase media jerezana, formado en las mejores y más comprometidas -en lo suyo- escuelas profesionales nacionales y extranjeras; la otra, excesivamente joven para la función que se le había asignado -cuyo perfil
anatómico, político, sociológico y "mentalístico" me recuerda a nuestra, ahora, alejada Bibiana-, atolondrada inconsciente de a quién le decía lo que parece que ha dicho. Pues bien, muchos sabemos que la "ética" de Laura, ciertamente abominable, aireada en la grabación de marras, es la que circula entre los ejecutivos de la Junta andaluza, siendo condición necesaria y suficiente para acceder a cualquier responsabilidad en su organigrama, incluso a la más modesta. Eso escrito, si el comportamiento de Cristóbal ha sido el que me parece, obviando su aparente honestidad, confío en que no sea representativo del de los que nos gobiernen en los próximos años. Me vienen a la memoria ciertos dichos que relacionan la "mala baba" con el "señoritismo" andaluz.