El copago por los servicios sanitarios- y la éste por los medicamentos debería ser un ensayo para su extensión a otros componentes del gasto- consigue varios efectos plausibles.Primero, y más importante, permite que el usuario ponga en valor su propia salud; quien comprueba que nada le cuesta la visita al médico y muy poco las medicinas acaba suponiendo que la salud es sólo cosa de curarse cuando algo le duele; y no, la parte más importante es la prevención, los hábitos saludables, que serían tomados en mayor consideración por el ciudadano cuando éste se diera cuenta de que le ahorra gastos innecesarios. En segundo lugar, ante los cada día más caros tratamientos y ante la cada día más envejecida población, las necesidades de finaciación se multiplican haciendo imprescindible la obtención de ingresos suplementarios; es de justicia que, aparte de los gastos generales para el mantenimiento del sistema, sean los que acceden a cada acto médico concreto quienes contribuyan a pagarlo. Y en fin, el copago refrena a los usuarios que tienen por hábito recurrir al sistema de salud por cualquier banalidad o que pretenden usarlo para justificar esa otra lacra española: el absentismo. Que haya una aportación adicional por el paciente no quiere decir que deba ser igual para todos; la proporcionalidad en función de los ingresos es perfectamente posible garantizando así el carácter social. En definitiva, el copago acabará imponiéndose, como lo ha hecho en otros países con más tradición asistencial aun que la nuestra.
Supongo que en compensación retirarán el céntimo sanitario que se paga como impuesto en los carburantes, y que recientemente se ha instaurado en comunidades del PP-Castilla y León- o se ha duplicado la cuantía que había establecido el psoe-Castilla-La Mancha-
Difícil leer más tonterías en menos espacio.
España gasta en tanto por ciento del PIB menos que los grandes países europeos en sanidad, ¿dónde está el despilfarro que hay que corregir?, y menos de la mitad que EEUU.
Que se corrigan los abusos,como en todos los órdenes de la vida (por ejemplo las pensiones de los políticos) no puede ser equivalente a mentir.
El gran ahorro en la Sanidad es transferirla al Estado.
La sanidad se financia con impuestos, por lo tanto no hay nada gratis, los ciudadanos ya lo pagan.
Si quieren escurrir a la gente más desfavorecida como a limones que lo digan, si quieren dejar el sistema autonómico como está para que los políticos no dejen los chollos como direcciones generales, etc, que lo digan.
Pero que dejen de mentir, incluyendo los políticos que se disfrazan de periodistas. Espero que Esperanza Aguirre transfiera sus competencias al Estado, el primer paso traerá otros y también le traerá el respeto de los ciudadanos.
Al articulista le vendría bien aprender más matemáticas y menos filosofía del XVIII
Este Gobierno lo arregla todo con más impuestos. Las ideas y ocurrencias se limitan a ver como pagamos más. Con eso y con que nos bajen las nóminas a gusto del explotador, digo del contratador.