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EDITORIAL

Eurovegas

Nadie que se confiese sinceramente preocupado por la marcha de nuestra economía y sus escandalosas cifras de paro puede oponerse a un proyecto de estas características.

Las Vegas Sands Corp., el grupo del magnate norteamericano Sheldon Adelson, ha anunciado que creará un complejo de ocio y convenciones en España, concretamente en la Comunidad de Madrid. Cataluña también se había postulado como sede de ese ambicioso proyecto, cuyos efectos sobre nuestro maltrecho sector laboral serán notables; pero finalmente será, sí, Madrid la receptora de la descomunal inversión.

Nadie que se confiese sinceramente preocupado por la marcha de nuestra economía y sus escandalosas cifras de paro puede oponerse a un proyecto de estas características. Una inversión de 17.000 millones de euros, que se estima dé lugar a 250.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, es una magnífica noticia para nuestro país, que si algo necesita imperiosamente es captar abundante inversión productiva.

No resulta sorprendente que la izquierda española se haya opuesto rotundamente a este proyecto. Enemiga a ultranza de la economía libre, ha llegado a amenazar con algaradas callejeras en su afán de prohibir una inversión a todas luces beneficiosa, porque el socialismo no concibe la creación de puestos de trabajo fuera del Estado ni otro mecanismo para garantizar la subsistencia de los ciudadanos que la subvención. Sus argumentos, basados en una supuesta ética que el propio funcionamiento del socialismo desmiente rotundamente, no pueden ser intelectualmente más pobres; como si la instalación de un complejo lúdico fuera un ataque inadmisible a la moral ciudadana, de la que, con risible desparpajo, los socialistas se han convertido ahora en máximos custodios.

En cuanto a la postergada Generalidad de Cataluña, tratará de hacer realidad un proyecto similar echándose en brazos de un polémico inversor inmobiliario. Pero hay una diferencia. Mientras que en el caso catalán Gobierno y empresario deberán buscar inversores, en el madrileño será la corporación de Adelson, líder mundial en su sector, la que se haga cargo de todo.

Las autoridades madrileñas están de enhorabuena con la confirmación de que Eurovegas se edificará finalmente en su región, pero también lo están los propios ciudadanos madrileños, sobre todo aquellos que sufren la angustia del desempleo, para los que esta noticia abre un horizonte de esperanza a medio plazo. Ante un logro de estas características, lo único que cabe lamentar es que Eurovegas no esté ya funcionando a pleno rendimiento.

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